Los chichones son bultos que se forman en la cabeza como consecuencia de golpes de cierta intensidad. Son habituales en niños pequeños, más movidos, y acostumbran a salir con bastante rapidez.
Para evitar que salga un chichón, lo mejor es aplicar sobre la zona afectada un cubito de hielo, un paño con agua muy fría o aceite de oliva.
También existen algunas plantas medicinales que evitan que el chichón salga y/o disminuyen su tamaño, además de contribuir a paliar el dolor y evitar posteriores infecciones.