El ‘cloud computing’ (computación en la nube) es un fenómeno estrechamente ligado al desarrollo de internet y que consiste en el almacenamiento de grandes cantidades de datos fuera del ordenador, en servidores externos. Pierden importancia dispositivos de almacenamiento tan destacados como los discos duros y los lápices de memoria; ahora lo que se lleva es almacenar en las nubes, o lo que es lo mismo: en la red.
A través del ‘cloud computing’, los usuarios pueden liberar espacio en sus computadoras personales, almacenando en lugares remotos que les liberan de esa carga: existen casos muy conocidos como las páginas webs de intercambio de fotos, centros de datos externos en los que uno puede guardar y mostrar sus fotografías sin preocuparse por el espacio que éstas ocupan.
Para las empresas, el ‘cloud computing’ abre un mundo de posibilidades, ya que pueden trabajar con recursos ilimitados sin estar obligadas a adquirir máquinas de gran potencia. Todo está ahora en la nube y el pago se realiza por consumo: espacio que ocupan los datos, número de accesos, ejecución de archivos,…
Las voces más críticas ponen en tela de juicio la seguridad de la información alojada externamente, además del problema que supone depender de servicios en línea ajenos, pero la tendencia parece clara y el futuro se llama ‘cloud computing’. El Azure de Microsoft, el Blue Cloud de IBM o Amazon constituyen algunos de sus ejemplos más populares.