El ferrocarril transiberiano es una red ferroviaria que une la parte occidental de Rusia con su parte más oriental, conectando de esta manera Rusia de este a oeste, a través de nada menos que 9.288 kilómetros de vía. Este largo recorrido se realiza prácticamente en 7 días y constituye el servicio continuo más largo del mundo.
El principal ramal es el que une Moscú, capital de Rusia, con Vladivostok, ciudad costera en el mar del Japón que curiosamente significa “poder sobre Oriente”, y que se sitúa en la parte más oriental de este inmenso país. La construcción de esta línea ferroviaria se inició en 1891 por ambos extremos y a iniciativa del conde Serguéi Witte, Ministro de Finanzas por aquel entonces. Con el Transiberiano se pretendía conectar la Rusia más oriental con el resto del país y establecer de esta manera un símbolo de poder ante el resto de potencias militares como China o Japón, que discutían la soberanía de la Rusia zarista en estos territorios. Finalmente en 1904, y después de 13 años de obras, se pudo inaugurar el ferrocarril Transiberiano.
Aparte de la ruta principal, existen otros ramales que conectan con Ulán Bator (capital de Mongolia) y Pekín (capital de China). Se trata de, respectivamente, el Transmongoliano y el Transmanchuriano.
El Transiberiano es una línea férrea que aún a día de hoy sigue atrayendo a turistas, sobre todo aventureros, que buscan de esta manera conocer Rusia y sus impactantes paisajes.
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Simplemente espectacular, ese viaje lo he soñado desde muchacho, no se porque pero tiene un atractivo que lo calificaria de paranormal, apenas pueda lo hare con mis hijos, espero que muy pronto.
una gran obra