Kenia es uno de los países más reconocibles de África; el misticismo que aún rezuma y sus espectaculares y virginales paisajes lo hacen inconfundible. Situado en la parte oriental del continente, limita con otros estados importantes como Etiopía, Somalia, Tanzania o Sudán.
La capital de Kenia es Nairobi, una ciudad fundada en 1899 al sur del país y que tan sólo 6 años después adquirió el estatus de capital. También es la ciudad más grande del país, con una población que en 2010 supera los 4 millones en su área metropolitana, aunque en su casco urbano únicamente vive la mitad de la gente.
Kenia perteneció al Protectorado Británico de África Oriental desde su gestación, a finales del siglo XIX. Tras la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló un movimiento independentista llamado Mau Mau que organizó una rebelión contra el dominio colonial británico. La presión ejercida por la población local keniana provocó la independencia del país en 1963, con Nairobi como capital de la nueva república.
Después de su independencia, la ciudad de Nairobi se desarrolló rápidamente. A día de hoy es centro comercial y cultural del país y de la región oriental de África. En su zona más urbana podemos encontrar numerosos rascacielos, algo poco típico en el continente negro. En contraste, Kenia también nos ofrece paisajes idílicos como los mostrados en la película Memorias de África, y desde la sabana situada al sur del país se puede apreciar la copa nevada del Kilimanjaro, perteneciente a la vecina Tanzania.