El agua es fuente de vida, pero por desgracia un bien escaso y desigualmente distribuido. Su conservación y el desarrollo de recursos hídricos son asuntos de primer orden. Para que no se nos olvide, se celebra cada año el Día Mundial del Agua, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 22 de febrero de 1993.
El Día Mundial del Agua hace hincapié en todas sus ediciones sobre temas tan importantes como la calidad del preciado líquido, los ecosistemas y el bienestar humano. Pare ello, se difunden cintas documentales y se organizan por todo el mundo charlas, conferencias, seminarios, mesas redondas y expociciones relacionadas.
Un dato resulta esclarecedor sobre nuestra necesidad de agua: las personas, por término medio, podemos sobrevivir hasta un mes sin comer, pero tan sólo siete días sin beber.
Otra curiosidad: es recomendable beber unos dos litros de agua diarios, lo que a lo largo de una vida supone unos 75.000 litros. ¡Casi nada!
¿Sabías que…?
Más de 1.100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso directo a agua potable, un problema que origina la muerte de 4.500 niños cada día en los países más pobres. Por desgracia, tan solo el 0,007% del agua existente en la Tierra es potable, cifra que está decreciendo por culpa de la contaminación.