El ramadán es el tercer pilar de la doctrina musulmana, junto con el testimonio de fe, la oración –ha de realizarse cinco veces al día-, la contribución social -los fieles dan parte de sus beneficios a los más necesitados- y la peregrinación a la Meca -que se realiza al menos una vez en la vida-.
El noveno mes del calendario lunar islámico es sagrado para el Corán: fue entonces cuando comenzó a ser revelado al profeta Muhammad, a través del Ángel Yibril. Es por ello que durante ese periodo millones de musulmanes se abstienen de comer, beber y mantener relaciones sexuales entre el amanecer y el ocaso. Comienzan con la oración: ‘Intento ayunar hoy por amor a Al-lah. Oh Al-lah, házmelo fácil y acepta mi ayuno’, y finalizan con ‘Oh Al-lah, por ti he ayunado, en ti he creído, en ti confío y con tu comida rompo mi ayuno’.
Cuando llega la noche, los musulmanes rompen el ayuno con una ligera comida, el iftar, y por la mañana se levantan temprano para tomar el desayuno –suhur-, antes de comenzar con el ayuno.
El ramadán implica eliminar comportamientos negativos e inmorales y mostrar solidaridad con los que tienen algún tipo de necesidad. Al ayunar, una persona valora más los alimentos y comprende las dificultades por las que pasan las personas que carecen de ellos. Además, durante este mes, se incrementan las actividades espirituales y devocionales para los musulmanes.
El ramadán finaliza con una de las fiestas más importantes del calendario islámico, la del Aid el-Fitr, en la que los musulmanes acuden a la mezquita con sus mejores trajes. Durante tres días, han de reflexionar sobre el significado del islam e intentar resolver problemas que puedan tener con la familia y los amigos. De ese modo, podrán comenzar un nuevo periodo de reconciliación y paz.
es importante investigar tambien las otras religiones para tener por menos una idea de lo que esta religion como el islam, me parece tan interesante y muy importante