Los rayos UVA

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Los rayos UVA

La proliferación de centros de rayos UVA ha hecho que durante unos años meterse en una cabina era tan accesible como ir a la peluquería o darse un masaje. Requiere poco tiempo, es barato y verse un poco moreno levanta el ánimo pero ¿los rayos UVA son inocuos?

La OMS desaconseja el uso de aparatos de rayos UVA por provocar cancer ante un mal uso.

Si bien es verdad que las máquinas de rayos UVA suelen tener filtros muy potentes que eliminan los rayos UVA tipo B y mantienen los de tipo A que en teoría son los responsables de favorecer un rápido bronceado pero a costa de dañar la elasticidad de la piel y provocando envejecimiento y cancer a largo plazo.

A pesar de ello hay doctores que recomiendan el uso de los rayos UVA porque en pequeñas dósis, mejora el estado de ánimo, la depresión, fortalece el sistema óseo siempre y evita las quemaduras solares al preparar la piel antes de ir a la playa siempre haciendo un buen uso como es el uso obligatorio de gafas homologadas, que las máquinas hayan pasado los controles obligatorios, tiempo de exposición muy controlado, sesiones suficientemente espaciadas sin sobrepasar unos límites de sesiones anuales.

4 opiniones en “Los rayos UVA”

  1. A propósito de la controversia en torno a los sistemas de sol artificial (camas solares, o rayos uva) como presidente de la asociación de sistemas de bronceado de garantía (asbga) y miembro vocal de la ESA (Asociación europea del bronceado), en nuestro empeño de encaminar investigaciones científicas, relacionadas con el uso moderado y controlado de los solarium, cuando podemos afirmar que en España, no solo tenemos la legislación más rígida y restrictiva de Europa, sino que además los centros cumplen las exigencias y obligaciones, en ella decretadas (RD 1002/2002) en un porcentaje altísimo a día de hoy, si bien es cierto que no hemos sabido como sector económico, trasladar al usuario las recomendaciones y asesoramiento (aprendido en los cursos de operador de estos sistemas de bronceado, obligatorios por ley) para de algún modo imprimir conciencia y sensatez en el acto de exponerse, con independencia de que al firmar estos su consentimiento, haga firme su libre voluntad en asumir el riesgo inherente a las radiaciones ultravioletas, (al igual que a las del sol, cosa que en las playas no se exige firmar ningún consentimiento), y por otro lado y por imperativo legal, al no poder publicitar, de los beneficios para la salud que estas exposiciones moderadas y controladas, aportan a nuestro organismo, tanto físicas como psicológicas, y que según los últimos descubrimientos científicos en torno a la Vitamina D, para la prevención de cáncer de Colon, Próstata y mama. Sí que es cierto que desde un punto de vista comercial, en nuestro sector nos equivocamos en el enfoque puramente estético de las sesiones de solarium, quizás por ser un servicio del epígrafe del salón de belleza, no obstante nadie puede negar que tales beneficios para la salud existen y son, y sin embargo no existe a día de hoy, con independencia de la pronunciación de la OMS en 2009, y la categoría de riesgo crítico asignada a los solarium (categoría que tiene el sol natural desde 1993, exposiciones descontroladas y no moderadas) ningún informe científico concluyente, que establezca la relación causal directa, entre el solarium y el cáncer cutáneo, es más, ni tan siquiera desde un punto de vista científico, se le puede atribuir a las radiaciones ultravioletas (naturales o artificiales) sean los únicos causantes o desencadenantes del cáncer, ya que el factor genético-hereditario, sigue siendo el primero en cuanto a riesgo directo.

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