El balón gástrico es una alternativa a la cirugía para perder peso. El truco está en que al ocupar espacio en el estómago, produce una sensación de saciedad y el paciente se llena fácilmente con pequeñas cantidades de alimentos.
El balón gástrico ocupa el 60% de la capacidad del estómago, lo que hace que la ingesta diaria de los alimentos por parte del paciente se reduzca considerablemente, y sea más fácil seguir una dieta de adelgazamiento, así como acostumbrar al cuerpo a modificar los hábitos alimenticios.
Este sistema está recomendado para personas que tengan un sobrepeso mayor de 8 kg y que no hayan conseguido perder el peso necesario mediante otros programas de alimentación. El paciente pierde con la colocación del balón gástrico una media de entre 20 y 30 kg.
El balón gástrico consiste en una bolsa de silicona desinflada que se introduce en el estómago del paciente mediante una endoscopia con sedación. Una vez dentro, el balón es rellenado con una solución salina estéril.
El balón gástrico debe permanecer en el interior del cuerpo hasta un máximo de 6 meses, para después ser retirado de la misma forma que fue colocado. Si el paciente necesita perder más peso, existe la opción de colocar un nuevo balón gástrico.
Para el correcto funcionamiento del balón gástrico, es importante llevar un tratamiento nutricional de forma paralela que enseñe a la persona a comer, así como estar acompañado de un apoyo psicológico que ayude al paciente en este proceso.