Cuando se habla de colesterol, hay que diferenciar entre el colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad, coloquialmente conocido como ‘malo’) y el HDL (lipoproteínas de alta densidad, conocido como ‘colesterol bueno’). Cuando los niveles de LDL son superiores a los recomendados, aumenta el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares como infartos o ictus, por lo que hay que tomar medidas para disminuir el colesterol.
Nuestra alimentación es uno de los factores fundamentales para frenar el colesterol. Mientras que las grasas saturadas aumentan notablemente nuestros niveles de LDL, otros alimentos tienen propiedades muy beneficiosas y eficaces en nuestra lucha contra el colesterol. El Instituto Médico de Harvard ha elaborado recientemente una lista de los alimentos más eficaces contra el colesterol, que incluye la avena, la cebada, las legumbres, la berenjena, la okra (una hortaliza poco conocida y muy rica en fibra soluble), los frutos secos –particularmente las nueces-, los aceites vegetales –especialmente el de oliva-, la soja y el pescado graso.
Además de una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas, para bajar los niveles de colesterol es imprescindible realizar ejercicios aeróbicos de forma regular. Como mínimo, deberíamos caminar a paso ágil, nadar o andar en bicicleta, en sesiones de una hora, y de tres a cinco veces por semana. Cuanto más deporte realicemos, mayor será el efecto positivo para nuestra salud.
Por último, para disminuir el colesterol malo, debemos prescindir del tabaco y reducir los niveles de alcohol a no más de un vaso diario de vino. Si seguimos todas estas recomendaciones, nuestros niveles de colesterol deberían bajar notablemente.
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