Es verdad que a muchos ni siquiera les sonará el nombre de Mary Pickford, pero, con un inminente biopic cinematográfico a la vista, la estrella femenina del cine mudo parece que está preparada para volver a la actualidad. Nacida en abril de 1892, la intérprete canadiense es considerada la primera gran celebridad de Hollywood, la actriz más poderosa y mejor pagada de principios del siglo XXI. Por eso no está de más preguntar ¿quién es en realidad Mary Pickford?
Conocida como la ‘novia de América’ (America’s Sweetheart) original, ‘la pequeña Mary’ y ‘la chica del cabello dorado’, esta pionera de la moderna fama hizo el rol de la mujer ingenua y romántica un icono de la década de 1910 y los años 20. Aún así, no se limitó a demostrar su talento delante de las cámaras.
En un tiempo donde las mujeres movían muchos hilos -las guionistas, por ejemplo, eran mucho más comunes que en la actualidad-, Pickford escribía y producía muchos de sus trabajos, lo que le dio poder suficiente para sentar precedentes respecto a las negociaciones de contratos con los estudios que hoy en día son tan habituales. Una mujer de negocios hecha a sí misma, controlaba cada detalle de sus filmes, desde el guion hasta la edición. Y sus esfuerzos no quedaron ahí. Junto al director D.W. Griffith (‘El nacimiento de una nación’), Charles Chaplin, y su esposo- y también actor- Douglas Fairbanks creó la revolucionaria productora ‘United Artists’, que nació proponiendo un duelo al sistema de estudios y que todavía hoy sigue activa. Además, se convirtió en fundadora de la ‘Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas’, erigida con otros 35 socios entre los que también se encontraba Fairbanks, quien fue nombrado primer presidente.
Llamada a ser la deseada chica de al lado, Gladys Marie Smith nació en un complicado matrimonio entre un padre metodista y una madre católica, religión en la que sería criada. Los problemas con el alcohol de su padre serían un anticipo de lo que sería su vida personal. Comenzó a actuar con solo seis años, aunque su primera película la rodó a los 16. Después de ser descubierta por la gran pantalla, todo el mundo quería tenerla a su lado, aunque fue Griffith quien se convirtió en su protector. Un año más tarde, en 1909, rodó 51 películas, y en 1910 serían 49. Algo imposible en la actualidad.
Habiendo protagonizado solo dos obras en Broadway, Pickford hizo cambiar la interpretación en la industria del cine, que hasta el momento había sido vista simplemente como un espectáculo teatral con cámaras. Ella fue la primera gran amante de la cámara. ‘La pobre niña rica’, ‘El ruiseñor del pueblo’ (Pollyanna), ‘El pequeño Lord Fauntleroy’ y ‘Rosita, la cantante callejera’ fueron algunos de sus mayores éxitos.
Semanas después de lograr el divorcio con su conflictivo primer matrimonio, en 1920 se casó con Douglas Fairbanks -protagonista de ‘La Máscara del Zorro’-, para dar forma a la que sería la primera gran pareja de estrellas conocida en todo el mundo. Especialmente destacable fue su viaje a Londres y París, donde los fans llegaron a causar disturbios sólo para lograr ver a sus ídolos de luna de miel. El cuartel general de los líderes de la realeza de Hollywood se llamaba Pickfair, una mansión que recibía a jefes de Estado y dignatarios internacionales de más alto rango, además de lo más granado de la sociedad y cultura mundial. Arthur Conan Doyle, H.G. Wells, Albert Einstein, Amelia Earhart, F. Scott Fitzgerald, Joan Crawford y el matrimonio Roosevelt fueron algunos de los invitados ilustres que pasaron por su hogar. Chaplin, su mejor amigo, vivía en la puerta de al lado.
Pickford se llevó su único Oscar en la segunda ceremonia de premios, allá por 1930, gracias al rol protagonista en ‘Coqueta’, su primer drama con sonido, donde había cambiado su imagen e incluso su reconocido corte de pelo -tras la muerte de su madre. Décadas más tarde, en 1976, la Academia que había visto crecer por fin le brindó la estatuilla honorífica, aunque ella estaba ya recluida en su mansión. La actriz murió tres años más tarde, aunque su última película data de 1933, el western ‘Secretos’.
Como para la plana mayoría de actores, el sonido la condujo hasta el fin de su carrera frente a las cámaras. Las nuevas estrellas de los talkies ya se habían forjado un sitio en Hollywood. Cerca de la cuarentena, para Pickford era difícil mantener la imagen de jovencita ingenua que la había llevado al estrellato, y la adaptación Shakesperiana ‘La fierecilla domada’ de 1929 -que reunía por última vez a la antaño pareja estrella- fue un fracaso en taquilla. Aún así, siguió muy vinculada a la producción, incluso tras el divorcio con Fairbanks en 1937. Asimismo, supo utilizar su imagen para diversas causas políticas, especialmente recolectando bonos de guerra y ayudando a sostener a los militares durante la Primera Guerra Mundial.
No obstante, su vida no fue un camino de rosas, ni mucho menos. Precedida por sus los problemas con la bebida de sus padres, su primer marido, e incluso sus hermanos pequeños, el alcoholismo la persiguió hasta el final de sus días. Después de retirarse de la actuación, ya en su tercer matrimonio y con todos sus familiares cercanos muertos, se dio a la bebida como consecuencia de una depresión. La relación con sus hijos adoptivos, además, fue turbulenta -ella criticaba su aspecto físico y ellos no recibían ningún afecto-, y vivió sus últimas décadas recluida en el ostracismo del dormitorio de su enorme mansión, donde solo era contactada por teléfono. Billy Wilder, que se inspiró en su vida para crear ‘El Crepúsculo de los Dioses’, quiso contratarla para convertirla en la estrella muda venida a menos con delirios de grandeza de la legendaria cinta, pero Pickford reclamaba demasiado control sobre el producto final. La cinta resucitó la carrera de otra contemporánea como Gloria Swanson, quien revivió a los ojos de una nueva generación, gracias a una historia donde también tenían roles Erich von Stroheim, Buster Keaton e incluso Cecil B. DeMille. Pickford murió en 1979 de una hemorragia cerebral.
Un relato de inconmesurable éxito, seguido por una fulgurante caída, muy jugosa que, sin embargo, no es demasiado recordada un siglo después. Algo que puede ser remediado de la mano de una biografía cinematográfica que podría dar a la teatral Lily Rabe el rol de su carrera. Sin duda, Pickford, reflejo de una época cuando Hollywood era menos amable y sus estrellas más brillantes, puede dar mucho que hablar. Su biografía es una de las cientos de historias trágicas de actores del cine mudo que cayeron de su pedestal tras la llegada de los talkies, al más puro estilo de ‘The Artist’.
4 opiniones en “¿Quién fue Mary Pickford?”