De manera recurrente, la política estadounidense utiliza la figura de los padres fundadores con nostalgia, para convertirlos en iconos y dar valor a sus discursos electorales. Así se denomina el grupo de intelectuales que, en 1776, firmó la declaración de la independencia, y que, el 17 de septiembre de 1787, forjó la Constitución estadounidense, considerado el texto constitucional más antiguo todavía vigente. Pero exactamente, ¿quiénes son los padres fundadores?
Aunque podrían enumerarse un gran número de políticos, juristas, soldados y diplomáticos que ayudaron a formar el país, las figuras claves, destacadas por su importancia histórica, son seis. El líder militar George Washington, que había capitaneado la guerra de la independencia, pasaría a ser el primer presidente estadounidense, en 1789, dos años después de firmar la Constitución. En cualidad de vice-presidente, tuvo a su lado a John Adams, que una década más tarde se convertiría en el segundo jefe de estado. Thomas Jefferson, que heredó el puesto en 1801, es considerado, por su parte, el principal escritor de la declaración de independencia que todos firmaron. El inventor Benjamin Franklin, John Jay -primer presidente de los jueces-, Alexander Hamilton -primer Secretario del tesoro- y James Madison -cuarto Presidente de EEUU- son otras de las figuras prominentes, pese a que los tres últimos solo participaran en la creación del texto constitucional.
Los antecedentes los encontramos en el primer congreso continental de 1774, celebrado en Pensilvania, donde se reunieron los 56 delegados electos de doce de las 13 colonias norteamericanas, todavía bajo el mando de Reino Unido. El congreso formuló varias apelaciones a la Corona Británico, llamando a un boicot contra las importaciones inglesas. Esta exitosa experiencia, cuyo origen data del famoso ‘Motín del té’, ayudó a encender la mecha de una revolución que, ya en su segunda asamblea, firmó la declaración de independencia. La historia volvió a dar un giro cuando, en la llamada convención constitucional de 1787, en Filadelfia, los representantes decidieron que la mejor solución a sus problemas era crear su propio gobierno, y no tanto tratar de arreglar el ya existente.
Otros nombres ilustres de estos primeros días de EEUU son John Hancock -presidente de los firmantes de la Declaración de Independencia-, James Monroe y Andrew Jackson, quienes se convertirían en quinto y sexto presidente, respectivamente.