Qué es un mockumentary

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Desde que Ricky Gervais lanzara ‘The Office’, los mockumentarys se han convertido en uno de los géneros de comedia más habituales de la pequeña pantalla. Lanzado en 2001, el show británico no solo se convirtió en uno de los más influyentes de la televisión, sino que ha sentado cátedra en las posibilidades que da este sub-género que en cine había explotado de manera soberbia Christopher Guest. ‘The Office’, por supuesto, ha tenido remakes en EEUU, Israel, Suecia y Alemania, mientras que comedias como ‘Parks and Recreation’ y la triunfadora ‘Modern Family’ han logrado hacer suyo el falso documental. Pero, ¿Qué es exactamente un mockumentary?

El tecnicismo nació de la mezcla entre las palabras mock -burla- y documentary a mediados de los 80, cuando Rob Reiner comenzó a utilizarlo para describir la cinta de culto ‘This is Spinal Tap’, alrededor un grupo de música ficticio formado por Guest, Michael McKean y Harry Shearer. La influencia de ésta fue tan importante, que había personas que clamaban haber visto a Spinal Tap en concierto. Rizando el rizo, el falso grupo musical se unió a la parodia, y acabó haciendo giras de conciertos en la vida real.

Esta primera experiencia llevó a Guest a dirigir sendos mockumentarys como ‘Very Important Perros’ (Best in Show), ‘El experto’ (Waiting for Guffman) y ‘Un poderoso viento’. El género, sin embargo, tenía su historia. El mejor antecedente es el drama radiofónico de ‘La guerra de los mundos’ retransmitido por Orson Welles, para sorpresa de esos atentos escuchantes que pensaron que la invasión marciana era real y salieron súbitamente a las calles antes de que el reportaje llegara a su fin. El hilarante ‘Toma el dinero y corre’ de Woody Allen es otro inmejorable ejemplo.

La muy reconocible estructura del documental está imprimida en nuestro subconsciente, por lo que es fácil aprovechar su estética. Sus códigos y convenciones están tan asentadas como las de cualquier género mayoritario. No obstante, también el género documental ha evolucionado, transformándose desde el impersonal relato serio a un campo más flexible donde se permite jugar con la comedia e incluso trata de sumergirse demasiado en la existencia del protagonista. El género hacia docu-shows o reality-shows, dos de los grandes géneros de la televisión actual.

Así, el mockumentary se ha convertido en un excelente instrumento en el que dilucidar una crítica -una parodia de algo real- a través de la más pura ironía. A Gervais le servía, por ejemplo, como elemento perfecto para retratar lo ridículo de las relaciones sociales. Su egocéntrico -aunque con el autoestima por los suelos- David Brent no podía dejar de fijarse en la cámara que tenía frente a él. Como ocurre con cualquier persona enfrentada a una cámara, su comportamiento se trastornada, tratando de comportarse como quería que le percibiera el mundo. La cámara era, de este modo, un personaje más en las tramas, un elemento imprescindible para lo que querían contar Gervais y Stephen Merchant. Sea como fuere, un elemento tan potente como un equipo de televisión era una excusa perfecta para retratar a unos personas tan patéticos como corrientes. Los personajes eran analizados no por lo que eran sino por lo que querían ser, lo que querían mostrar al público. Algo que no solía tener resultados demasiado satisfactorios. No hay nada más divertido que la confusión social. Especialmente destacable al respecto es el último capítulo, donde los oficinistas se reúnen en su lugar de trabajo para repasar su vida desde que emitieran el documental.

El mockumentary es, sin duda, un género más caliente, que necesita de un espectador más activo y pendiente, que además conozca las ‘leyes’ del documental. Aún así, pese a lo localista que puede parecer, ‘The Office’ ha sido trasladada sin problemas a todo tipo de culturas. Y es que el ser humano es patético en cualquiera de sus encarnaciones, sin importar tiempo o espacio.

Pese a esto, lo que en su momento parecía un salto arriesgado, el adiós a la tópica y típica sit-com de tres cámaras con risas enlatadas que ya daba signos de fatiga, se ha acabado convertido en un elemento recurrente que no tiene verdadera razón de ser, un recurso facilón e incoherente. El mockumentary ha estado a punto de morir de éxito por culpa de canales que quieren fotocopiar el éxito una y otra vez.

Dentro del surrealismo de ‘Arrested Development’, los puntuales apuntes de documental casaban como anillo al dedo. Estos elementos aportaban una capa adicional a una comedia que gana con cada nuevo visionado, donde se descubren detalles que nunca te habías parado a observar. Otras como ‘Urgencias’, ‘Community’ o ‘El Ala Oeste’ han sabido condensarlo en un único capítulo.

Por muy divertida que haya sido ‘Modern Family’, por el contrario, el formato mockumentary nunca ha tenido verdadera lógica en su estructura. Sus pautas no han sido bien asentadas. Steve Levitan y su equipo de guionistas han utilizado las falsas entrevistas como red para introducir chistes que no casan en el argumento principal, pero nunca llega a verse que las cámaras tengan efecto en la vida de las familias. El espectador ni siquiera sabe si los personajes son conscientes de las cámaras, pese a que en ocasiones rompan la cuarta pared. Es verdad que, dado que la audiencia tiene ya un conocimiento del formato, lo ha integrado en su subconsciente y no necesita de una explicación, pero la técnica ha perdido coherencia, y, con ella, parte de la crítica social. Se ha tornado en un recurso recurrido para conocer en voz alta los pensamientos de sus protagonistas, sin necesidad del típico amigo que escucha o el psicólogo de turno tan habitual en dramas y comedias de la pequeña pantalla. Asimismo, la longevidad de la ‘The Office’ estadounidense ha convertido a la producción en un animal completamente distinto, alejado ya de la voracidad británica para narrar un drama laboral y de relaciones mucho más costumbrista. El formato documental tampoco ha sido debidamente delimitado, y es que ¿quién en su sano juicio iba a tardar más de 8 años en rodar los sucesos en esta oficina?

2 opiniones en “Qué es un mockumentary”

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