Ser joven y famoso puede parecer una experiencia perfecta, el paraíso. Sin embargo, si preguntamos a varios de los antiguos ‘niños prodigios’ sobre cómo fue su niñez y adolescencia, probablemente coincidirán que nada es tan idílico como lo vemos desde fuera. En plena época de cambios, indecisiones y problemas de personalidad, nada es fácil en la adolescencia. Si a esto sumas los factores fama, trabajo y fans adolescentes que te reverencian, la mezcla puede ser explosiva. No serán pocos los que no sepan entender la fama, que a todo el mundo se le puede subir a la cabeza en un momento indicado. Muchos serán también los que acaben sumergidos en drogas o problemas alimenticios.
No obstante, el reto más importante llegará a la hora de querer encaminar sus carreras por nuevos territorios. Algunos decidirán abandonar el show-business, y pasar al anonimato. Otros, por el contrario, tratarán de dar un vuelco a su imagen y alejarse de su faceta de niños, con más o menos éxito. Pero los obstáculos, tanto en su vida como en su carrera, no serán pocos. Mucho menos en una época donde los paparazzi ahogan a las estrellas, y las redes sociales hacen un seguimiento de su vida 24 horas al día, 7 días a la semana. ¿Tenemos derecho a atosigar a los famosos durante tanto tiempo?
La polémica del verano en los medios sensacionalistas ha sido la infidelidad de Kristen Stewart a Robert Pattinson con el director de ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’, Rupert Sanders. Daba igual que el cineasta estuviera casado y con hijos, las fans de ‘Crepúsculo’, asiduas del ‘Team Edward’, se pusieron en guerra por las redes para vengar la ‘traición’ que la actriz había perpetrado al ídolo de miles. Insultos, ataques y comentarios fuera de tono, las fans no tuvieron piedad con la chica. A todo esto, una antigua estrella juvenil salió en su defensa, como su ‘caballero de la brillante armadura’. La mítica Jodie Foster se crió frente a las cámaras, haciendo con solo tres años un anuncio de pañales, que continuó con papeles dignos de mención en películas como ‘Taxi Driver’. Su carrera se ha mantenido en lo alto durante 4 décadas, donde además de la actuación, ha probado la dirección En 2002, acompañó a Stewart en una de las primeras cintas de la joven, ‘La habitación del pánico’.
«No consideramos las infancias que destruimos por el camino«, comentaba Foster en la descorazonadora carta abierta, «Si fuera una joven actriz comenzando en la nueva era de las redes sociales y su constante ‘temporada de caza’, ¿habría sobrevivido? ¿Me habría ahogado en drogas, sexo y fiesta? ¿Estaría perdida? Lo he dicho antes y lo volveré a decir: Si fuera una joven actriz en la actualidad me habría retirado antes de empezar. Si tuviera que crecer en esta cultura de los medios, no lo habría soportado emocionalmente (…) Un salario por una interpretación frente a la cámara, no incluye el derecho a que invadan tu privacidad, destruyendo la identidad personal de uno«.
En la otra cara de la baraja, ni siquiera las fans, aunque fieles a Pattinson, han logrado que al actor se le tome en serio en Hollywood. Su última muy adulta película, ‘Cosmópolis’ de David Cronenberg, ha funcionado de manera irregular en la taquilla, demostrando que las fans solo quieren ver a Edward Cullen. Pese a que haya excepciones como Neil Patrick Harris o la propia Foster, el británico no es el primer ídolo adolescente al que el encasillamiento juvenil amenaza con matar el resto de su carrera. No en vano, su compañero de reparto, el soseras Taylor Lautner lo está viviendo también en sus propias carnes tras sumar varios fracasos a sus espaldas.
Mientras, Lindsay Lohan -ahora como Elizabeth Taylor– o Miley Cyrus -incluso con el pelo rapado-, siguen tratando de destrozar su imagen infantil de ‘chicas Disney’, lo que las ha sumido en indebidos excesos. Asimismo, pese a haber sido muy inteligente en sus elecciones -un musical, dramas, y la caracterización de Allen Ginsberg -, las fans de Daniel Radcliffe parecen negarse a olvidar la cara afable de Harry Potter, y siguen relacionando al actor con el niño mago. Aún y cuando no le guste renegar de él, ¿supone este fervor un favor o un fastidio para nuestros ídolos? ¿Podrán Justin Bieber o One Direction, por ejemplo, escapar de su imagen de ‘estrellas adolescentes? ¿O están obligados quedarse en el olvido, recordados como flor de un día?
Dicho esto, la próxima vez que veáis a un famoso adorado por todos, y lo envidiéis simplemente por el hecho de ser famoso, replantearos esa idea. La fama es algo efímero y pasajero. Cuanto más subes, mayor será la caída. Y la permanencia en la primera plana no es algo que se consiga en dos días. Ser rico y famoso no lo es todo, y a veces perseguir los sueños -sean cuales sean-, es lo único que te hará feliz. Como de costumbre, los mejores consejos, son aquellos que empujan trabajo y trabajo. Hacer algo provechoso y que os guste, a la espera de que los sueños se cumplan. Pocas estrellas han conseguido sus objetivos de un día para otro. Y, las que lo han logrado, no han sabido más tarde como enfrentarse a ellos. No han tenido tiempo para pensar dónde se metían. Antes de utilizar Internet para despotricar, plantearos si a vosotros os dolería.
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