El roast es una de las tradiciones más clásicas de la pequeña pantalla. Típicamente estadounidense, este brindis humorístico tiene como protagonista a una figura pública que es denostada e insultada con ‘honor’ por sus compañeros, amigos y familiares. Mucha mala leche e ironía pero también con afecto y cariño. El protagonista -el roastee– deberá tomarse las cosas con humor, aguantando con una sonrisa de oreja a oreja tanto historias -verdaderas o falsas- como tributos. Recibir un roast es, al fin y al cabo, todo un honor, similar a que te imiten en un programa de humor. ¿De dónde vienen los roasts? ¿Cuáles son los más famosos de la historia?
La traducción literal de roast es ‘asado’, aunque en su concepción original es en realidad un juego de palabras que sirve como antónimo de toast, que significa tanto ‘tostar’ como ‘brindis’. Los primeros roasts oficiales se dieron en el selecto club neoyorquino Friars’ Club, donde todavía hoy se siguen celebrando eventos especiales, dedicados a figuras tan prominentes como Quentin Tarantino, Rita Moreno o Jerry Lewis. El primer roast oficial fue celebrado en 1949 y estuvo dedicado al actor y cantante francés Maurice Chevalier, aunque antes las celebridades ya habían sido parodiadas en comidas y eventos informales.
Dean Martin, todo un legendario show-man, fue el encargado de ponerlos de moda en la pequeña pantalla. El artista dio comienzo a la tradición en 1974, como sección de las últimas temporadas de su espacio de variedades, ‘The Dean Martin Show’. El actor se convirtió enseguida en el roastmaster más famoso de la historia. Después de que su programa fuera cancelado, llegó a varios acuerdos con NBC para lanzar roasts especiales celebrados desde Las Vegas, donde Martin fue la más prominente estrella durante décadas. Con la clase, el glamour y el estilo que solo figuras de su calibre podían tener, Orson Welles -todo un maestro en esto-, Jimmy Stewart, Ronald Reagan, Kirk Douglas, Don Rickles, Johnny Carson, Ernest Borgnine, Gene Kelly, John Wayne, Truman Capote, Frank Sinatra -amigo íntimo, miembro del ‘Rat Pack’ y compañero en Vegas de Martin-, Lucille Ball y Muhammad Ali se sentaban a la mesa redonda, a insultar o ser insultados, sin ningún pudor ni sentido del ridículo. Estos roasts especiales fueron emitidos hasta 1984.
Actualmente, los roast son una de las celebraciones recurrentes más populares del canal ‘Comedy Central’, aunque adolecen de todo el glamour y estrellas que tenían antaño. Con el nuevo siglo, los insultos se han multiplicado, y el objetivo ahora es vociferar la barbaridad más ofensiva. Habiendo comenzado su emisión en 2003, con el cómico y actor Denis Leary como protagonista, el nivel de los roast ha ido denigrándose de manera clara, atrayendo ahora a estrellas de medio pelo y a cómicos denostados, salvo por contadas excepciones. Pamela Anderson, Charlie Sheen, William Shatner, Chevy Chase, Joan Rivers, David Hasselhoff y Donald Trump han sido algunas de las figuras ‘celebradas’, mientras que Seth MacFarlane (admirador de Martin y recurrente roast-master), Lisa Lampanelli, Jeff Garlin, Jimmy Kimmel y Jason Alexander han servido de roastmasters, o maestros de ceremonias. Las comparaciones son odiosas.
También los políticos se han apuntado a la moda de los roast, y la cena de la Asociación de Corresponsales en la Casa Blanca invita anualmente a un cómico para que diga las verdades a la cara del Presidente, acompañado por los rostro más célebres de la cultura, la sociedad y la política estadounidense. Especialmente memorable fue la actuación del sátiro por excelencia, Stephen Colbert, frente a ese George W. Bush con media sonrisa que no sabía donde meterse.
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