Cada 31 de octubre tiene lugar el Día Mundial del Ahorro, una jornada que, a pesar de la crisis mundial, no obviando las dificultades que hay en muchos sitios para simplemente subsistir, trata de promover entre la ciudadanía el hábito de guardar para tener. Ahorrar a fin de cuentas.
Lejos de derrochar, de malgastar innecesariamente, el ahorrador sabe que planificar sus finanzas personales de manera responsable es la garantía de un futuro digno y placentero. No se trata de renunciar al presente, pero sí de prevenir para no tener que lamentar.
Es el ahorro, la acumulación de patrimonio, lo que le permite al individuo alcanzar muchos de sus objetivos vitales, así como afrontar las situaciones problemáticas que en ocasiones encontramos en el camino: imprevistos, desempleo, enfermedades, etc.
El ahorro es la mayoría de las veces fruto del esfuerzo y la disciplina, valores estos que, bien entendidos, son sin duda adecuados compañeros en el día a día.
¿Sabías que…?
El Día Mundial del Ahorro se celebra en numerosos lugares del mundo desde el año 1924.