Generalmente damos por sentado que conforme avanzan los años la capacidad de aprendizaje y de memoria disminuye, así como las habilidades aprendidas, la coordinación y otros muchos aspectos que afectan a los más diversos ámbitos de la vida. Sin embargo, aunque es cierto que el paso del tiempo deteriora las capacidades físicas y mentales, debemos procurar mantener esas capacidades en buena forma todo el tiempo posible.
Para ello es fundamental mantenernos activos, tanto en el terreno físico como en el intelectual y no dejarnos vencer por la pereza si ahora nos cuesta más esfuerzo. El ejercicio físico moderado es vital en cualquier etapa para conseguir una mejor calidad de vida y prevenir algunas enfermedades. Y cada vez más gente se conciencia de la necesidad de seguir activo incluso en edades avanzadas.
Pero parece que la posibilidad de mantener las habilidades intelectuales jóvenes es una idea que no ha calado aún entre los más mayores. Y se trata de una actitud que hay que cambiar, porque el cerebro sigue desarrollándose mientras siga ejercitándose. Por eso es fundamental no descuidar tampoco la mente y mantenerla activa al igual que el cuerpo. Si bien es frecuente entre los abuelo hacer pasatiempos como sopas de letras, crucigramas o sudokus, es necesario dar un paso más.
Cada vez más centros educativos ofrecen formación para los más mayores. Las aulas de la tercera edad están preparadas para impartir una enseñanza de calidad orientada a seguir desarrollando las capacidades intelectuales de los mayores. Nunca es tarde para aprender un idioma, con la ventaja de poder acceder a unas vacaciones en el extranjero. Y también es un buen momento para ponerse al día en el mundo de la informática y las redes sociales. Porque tratándose de aprender algo nuevo, todo está a nuestro alcance sin importar la edad. Tan sólo hace falta motivación.