¿Por qué pelean en NHL?

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La pregunta debería ser por qué dejan pelear en la NHL más que por qué se pegan en la NHL, ya que lo que frena las peleas en otros deportes y ligas es la sanción, no cabe duda. ¿Acaso alguien cree que a muchos de los jugadores de fútbol no les gustaría retarse a golpes? Si no lo hacen es porque solamente están «permitidos» (escasa o ninguna sanción) los codazos, las entradas duras, los pisotones… No todas estas actitudes son intencionadas, pero el porcentaje de las que sí lo son va aumentando anualmente. Esto demuestra que realmente les gustaría liarse a golpes con más de uno de sus rivales y es algo comprensible conociendo cómo se calientan de muchas formas varios partidos antes del inicio y se caldea más con los roces lógicos de cualquier deporte de contacto, e incluso en los que no hay contacto; no será el primer partido que termina con una enemistad manifiesta (o al menos mal ambiente) entre dos tenistas o jugadores de dardos, por ejemplo. A pesar de lo expuesto, en este artículo no se va a justificar la violencia en ningún ámbito, aunque quien aquí escribe reconozca preferir ver a un jugador pegando a otro un par de puñetazos antes que presenciar la patética escena de ver a ese jugador fingiendo o haciendo teatro cuando ésta no es su profesión conocida. El razonamiento de esta afirmación es tan simple como que la pelea puede comprenderse desde varios puntos de vista, mientras que la simulación solamente es comprensible desde la pretensión de cometer una infracción, hacer trampa, cuando en el deporte debe reinar el fairplay.

Los hits y la pugna por el puck: un motivo para empezar a pelear

Centrándonos ya en la NHL, cabe afirmar que su faceta más conocida es la pelea en el sentido literal de la palabra. Desafortunadamente, se le da demasiada cobertura a los puñetazos, más que al juego en sí, hasta tal punto que determinados medios solo recogen noticias de la NHL (y del hockey hielo en general) cuando se ha formado un gran alboroto sobre el hielo o algún jugador ha salido muy malparado. Que la NHL sea una liga violenta es un prejuicio falso y extrapolar esta idea al hockey hielo en general es un grave error porque en el resto de ligas del mundo el hockey que se permite y se ve es mucho más tranquilo y descafeinado. Peleas y calidad de jugadores aparte, quien haya visto un partido de NHL y uno de hockey de cualquier otra competición habrá notado la diferencia. En la NHL se pugna más duramente el puck que en el resto de ligas y de aquí nacen los hits (placajes). Algunos de estos placajes terminan con el jugador lesionado y por eso se está intentando frenar sancionando los hits más violentos, como son en los que el rival salta a por el jugador. Estamos a favor de las penalizaciones a hits desproporcionados.

Pelea NHL
Patrick Tuohy / Shutterstock.com

Centrándonos ya en la NHL, cabe afirmar que su faceta más conocida es la pelea en el sentido literal de la palabra. Desafortunadamente, se le da demasiada cobertura a los puñetazos, más que al juego en sí, hasta tal punto que determinados medios solo recogen noticias de la NHL (y del hockey hielo en general) cuando se ha formado un gran alboroto sobre el hielo o algún jugador ha salido muy malparado. Que la NHL sea una liga violenta es un prejuicio falso y extrapolar esta idea al hockey hielo en general es un grave error porque en el resto de ligas del mundo el hockey que se permite y se ve es mucho más tranquilo y descafeinado. Peleas y calidad de jugadores aparte, quien haya visto un partido de NHL y uno de hockey de cualquier otra competición habrá notado la diferencia. En la NHL se pugna más duramente el puck que en el resto de ligas y de aquí nacen los hits (placajes). Algunos de estos placajes terminan con el jugador lesionado y por eso se está intentando frenar sancionando los hits más violentos, como son en los que el rival salta a por el jugador. Estamos a favor de las penalizaciones a hitsdesproporcionados.

La pelea, la sanción al instigador y el papel de los enforcers

Los motivos por los que puede empezar una pelea sobre el hielo:

1.El equipo o algún jugador rival se está pasando de la raya, con sus golpes o palabras. Incluso, puede que el problema venga de algún partido anterior. Un enforcer del equipo suele encargarse de ellos.
2.– Se le ha golpeado con el cuerpo al portero o se le ha dado varios toques con el stick para intentar que pierda el puck o se ha hecho una brusca frenada delante de su casco y se le ha salpicado bastante hielo en la cara.
3.- Algún oponente está molestando a una de las grandes estrellas del equipo o parece que en cualquier momento va a retarle a una pelea. Es el momento de que un jugador menos importante, generalmente un enforcer, se anticipe y pelee con el oponente que tiene ganas de acción. No se quiere ni que se pueda lesionar uno de los líderes ni que no acepte una posible pelea y quede como un gallina.
4.Hay que romper el ritmo del partido porque el contrario está on fire.
5.El partido está completamente perdido o no hay inspiración alguna y hay que dar algo de espectáculo, especialmente si se juega en casa. El público merece amortizar su entrada.
6.- No se sabe muy bien el porqué, pero ha comenzado una numerosa trifulca y hay que defender a los compañeros.
7.El rival reta claramente a su oponente quitándose los guantes y no hay ningún compañero, enforcer por lo general, que ya pueda interponerse sin que éste quede como un cobarde por no aceptar.

La pelea acaba cuando un jugador cae, cuando deciden no continuarla o cuando los árbitros se interponen por entender que puede haber un riesgo manifiesto de que le ocurra algo a alguno de los jugadores. Aparte de los 5 minutos para cada uno de banquillo, existe la figura del claro instigador sobre el que recae una penalización adicional, si es que se entiende que lo ha habido. Esta sanción adicional deja a su equipo en inferioridad durante 2 minutos y se instauró para intentar disuadir a los enforcers de peleas que no vienen a cuento.

Referente a los enforcers. Los enforcers son los jugadores de un equipo que no tienden a destacar por sus habilidades con el stick; sino que se dedican básicamente a bloqueos, defender a sus líderes y ejecutar peleas. El rol del enforcer no es oficial, pero se deja entrever en la práctica.

Muertes, encefalopatía traumática crónica y el debate sobre suprimir o no las peleas

No cabe duda de que el hockey hielo es un deporte duro, básicamente en su máxima expresión: la NHL. Son muchos los golpes que un jugador puede recibir a lo largo de su carrera profesional y de ahí la importancia de la correcta equipación. Los golpes se multiplican cuantitativamente si ese jugador es un enforcer, siendo los hits y las peleas los que mayor culpa tienen. Estos múltiples golpes, si se dan en la cabeza y según varios estudios, aparte de poder conllevar varios puntos de sutura principalmente en pómulos, afectan al sistema nervioso y cerebral, pudiendo llegar a la creación de una encefalopatía traumática crónica, la cual parece poder derivar en suicidio. A este deterioro en la coordinación mental parece que pudieran haberse debido algunas de las muertes de recientes exjugadores que en los últimos años hemos presenciado. No obstante, no hay que ser demagogos, estos problemas no solo afectan a jugadores de NHL, sino que también de fútbol americano, boxeo, e incluso parece que podrían producirse también en habituales rematadores de cabeza en el fútbol.

Como se ha comentado, estos daños cerebrales que pueden llegar a acabar tanto con el correcto funcionamiento del cerebro como con la carrera profesional del jugador y como hasta con su vida parecen haber estado detrás de varias de la muertes de exjugadores recientes. Esta conclusión ha hecho más que nunca replantearse si en el ámbito de la NHL debe terminarse en mayor medida con los hits y con las peleas para minimizar los riesgos de que se produzcan estos daños. La concienciación parece que llega a cuentagotas y, según encuestas de la CBC, sí que tras estas últimas muertes ha habido un mayor pronunciamiento a favor de sancionar a claros instigadores y algunos hits, pero en cuanto a peleas la afición sigue estando inmensamente en contra de que se eliminen. Tristemente, una parte de la afición entiende que obligatoriamente ha de producirse alguna pelea para disfrutar del hockey hielo.

Desde una perspectiva personal, opino que las peleas no deben eliminarse, pero sí la figura del enforcer. No puede aprobarse que haya jugadores de hockey en la élite que más que jugadores de hockey sean meros boxeadores frustrados, aunque algunos ex-jugadores al finalizar su carrera aseguren que no les gustaba desempeñar esta labor. Asimismo, la pelea debe reservarse para comportamientos que sean repetidamente inapropiados por parte de los rivales y no para suplir el espectáculo que no consigue darse mediante un buen hockey cayendo en lo banal. Finalmente, en cuanto a los hits, de acuerdo con castigar los claramente inapropiados y sobre la regla del instigador hay que mantenerla, e incluso aplicarla más a menudo. No obstante, como quería demostrar al principio, no se debe hacer demagogia de la NHL porque todos los deportes tienen sus puntos oscuros, aunque sobre algunos por ser tan mayoritarios se prefiera mirar hacia otro lado y seguir criticando la dureza de la NHL.

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