El curling es un deporte de invierno que por cómo se juega se asemeja a la petanca y especialmente a los bowls, pero sobre hielo. En su comienzo, se cree que es originario de la Escocia del siglo XVI, era un juego con el que divertirse sobre el hielo que el frío invierno creaba anualmente. Se jugaba de forma rudimentaria, sin unas medidas de pista ni pesajes exactos de las piedras con las que se juega al curling. El curling era un entretenimiento de las estaciones frías que se iría perfeccionando, reglando y convirtiendo en deporte hasta llegar a ser deporte olímpico desde las Olimpiadas de Nagano 1998.
Lo más básico del curling (equipos, duración del partido…)
En los partidos de curling se retan dos equipos compuestos por cuatro jugadores cada uno. Uno de los componentes se encarga de poner la piedra en juego y los otros tres, con un cepillo/escoba acondionado para el hielo, regulan la velocidad y dirección de la piedra lanzada, siguiendo las órdenes que desde el punto de lanzamiento les grita el compañero que ha puesto la piedra en juego. El lanzador no siempre tiene por qué ser el mismo, sino que puede turnarse con otro miembro del equipo que en otro lanzamiento haya «barrido» con la escoba. Habitualmente, los lanzadores son los más veteranos del equipo.
Un partido de curling se compone generalmente de 10 series o mangas (también llamadas entradas, juegos, ends…). Cada una de estas series tiene 16 lanzamientos de piedras, 8 por cada equipo. El equipo que gane la manga comenzará lanzando en la siguiente, determinándose el primero en comenzar lanzando en el partido por azar, generalmente. En cada serie solamente un equipo puede puntuar y todos estos puntos logrados en cada manga se suman al concluir las diez series para determinar el resultado final del partido. En caso de que se produzca un empate, se disputan tantas mangas adicionales como sean necesarias para romper la igualdad (con una serie extra suele ser suficiente).
La pista y las piedras de curling
La pista de curling tiene una forma muy alargada, midiendo 45,72 metros de largo y 5 metros de ancho, aunque hay pistas antiguas ligeramente más pequeñas (44,501×4,42 metros). En la pista, lo primero que destaca es la pareja de dianas que hay sobre ella, una a cada lado. Cada manga del partido se disputa con solo una de esas dianas, denominadas casas (houses). Hay dos dianas para que cuando en una manga se lancen las piedras hacia un sentido, en el siguiente se puedan lanzar hacia el otro sin necesidad de tener que mover las piedras de un fondo al otro para iniciar la próxima entrada. El círculo de mayor diámetro de estas dianas es azul, seguido de uno «blanco» (color de la pista), luego uno rojo y finalmente se distingue el centro (tee), nuevamente de color «blanco».
En la pista hay varias líneas que se resumen en:
- La línea posterior a la diana/house desde la que pone en juego la piedra el lanzador: delimita el espacio del lanzador. Si el lanzador no suelta la piedra llegada tal línea, la piedra es nula y el lanzamiento se pierde.
- La línea central vertical: es utilizada para guiar a los lanzadores.
- Las dos líneas laterales verticales: delimitan el ancho de la zona de juego. Estas líneas suelen tener un bordillo para que no se vayan las piedras a otras pistas paralelas y toda piedra que toque esta línea/borde será eliminada del juego.
- La línea horizontal anterior a la diana/house: señala que toda piedra que no la sobrepase no habrá entrado en el área conocida como guard zone y será eliminada de la pista.
- La línea de fondo horizontal inmediatamente posterior a la diana/house: indica que toda piedra que la sobrepase será eliminada de la manga.
En cuanto a las piedras, son de granito pulido y pesan 19,96 kg incluyendo la empuñadura. Su perímetro es de 91,44 cm y su altura de 11,43 cm. Cada equipo tiene la empuñadura de un color. Las más habituales son de color azul, amarillo, rojo o verde.
El objetivo y la puntuación
El objetivo es poder puntuar en la manga. Para ello es indispensable tener alguna piedra que esté dentro o por lo menos toque la diana/house. Para determinar qué piedra o piedras puntúan se toma como referencia el centro del centro de la diana (tee). Todas las piedras más cercanas a este centro y que sean del mismo color puntúan. A partir de la primera piedra de diferente color dejan de puntuar. Por ejemplo, si en la diana solo hay 3 piedras (2 azules y una amarilla) y con respecto del centro la más próxima es una azul, luego la amarilla y finalmente otra azul, esa manga la ganan las azules por 1-0, ya que la segunda azul está más alejada del centro que la piedra amarilla.
Los tipos de lanzamientos y estrategias en curling
Se pueden distinguir tres tipos principales de lanzamientos:
- Defensivos: su intención no es la de puntuar sino la de proteger piedras que en ese momento puntuarían, obstaculizando el paso a piedras del rival.
- Eliminatorios: son potentes y su intención es la de mover una o varias piedras del rival consiguiendo que sean eliminadas al cruzar la línea de fondo o las laterales.
- Puntuables: son lanzamientos con efecto para que sin haber ido por el centro de la pista sí que lo hagan en el tramo final, el de la diana, y terminen bien colocados a fin de puntuar.
En cuanto a las estrategias, suele optarse por estrategias defensivas más que por lanzamientos eliminatorios. También se dejan varias piedras en determinados puntos de la pista para luego usarlas como rebotadores si fuera necesario, etc. Existen varias estrategias sobre las que merece la pena dedicarles un artículo propio para poder nombrarlas explicarlas detalladamente.
El barrido en el curling
Gracias a esta técnica puede perfeccionarse la potencia y dirección de la piedra. Si se quiere que la piedra modifique su trayectoria más hacia un lado se barrerá/pulirá más esa zona, si se quiere más potencia se barrerá insistentemente, si no se quiere dar más potencia no se barrerá, etc. La primera vez que se presencia o visiona una partido de curling esta faceta puede resultar realmente freak, pero es realmente importante en el juego.
El curling en España
No es un deporte muy practicado en España. Sus zonas de mayor auge se encuentran en País Vasco, Madrid, Huesca (más concretamente en Jaca), León y Cataluña. Pese a lo poco practicado, España posee equipos internacionales (de mujeres, hombres y mixto) que han sido presentados en más de 40 ediciones de campeonatos europeos, logrando en 2007 la plata en Füssen con el curling masculino.