A día de hoy se hace raro hablar de muertes en Fórmula 1 porque ¿cuántos pilotos de F1 han muerto desde 1995? – Ninguno. El GP de San Marino de 1994 fue el último en presenciar una muerte de un piloto, concretamente dos: la de Roland Ratzenberger en clasificación y la de Ayrton Senna en carrera. Fue un fin de semana trágico por el doble fallecimiento en sí y porque hacía ya casi 8 años que no se producían muertes en los circuitos de Formula 1, un verdadero avance sabiendo que entre 1950 y 1986 se produjo la muerte de 43 pilotos en los circuitos de F1. Advertir que únicamente tendremos en consideración para este artículo los fallecimientos en la Formula 1 en sí, no en categorías inferiores u otro tipo de competiciones similares.
En total, 45 pilotos de F1 han perdido la vida en esta competición siendo el año más sanguinario 1958, los 50 la peor década, Indianápolis el circuito en el que más muertes de Fórmula 1 ha habido y Ferrari el constructor con récord en fallecimientos (7), aunque no podemos olvidar que Ferrari es el constructor que más años ha competido en Formula 1, lo que le hace más vulnerable en esta estadística. Por otra parte, cada década se ha ido rebajando la cifra de muertes en F1, algo que demuestra que se ha ido mejorando en la seguridad del piloto tanto por parte del contructor como por parte del equipamiento, de los circuitos y normativas de la FIA.
En los últimos 18 años no ha habido muertes en Formula 1, pero sí ha habido varios pilotos que no se han quedado lejos del trágico desenlace. En 2010 Webber asustó a todos, cuando voló con su monoplaza en el GP de Valencia habiendo sido Kovalainen quien más riesgo sufrió por este accidente, ya que iba por delante del de Red Bull. En el GP de Mónaco 2011 Sergio Pérez nos tuvo a todos sobrecogidos por su fortísimo impacto contra un muro de contención. Pasaron varios minutos hasta que fue rescatado de su monoplaza y, afortunadamente, el accidente no se produjo minutos antes cuando quien tuvo problemas en ese mismo lugar de la pista fue Rosberg. No obstante, cuando más se temió por la vida de un piloto de Formula 1 en los últimos años fue en el GP de Hungría 2009 cuando Massa perdió el control y el conocimiento en la recta más rápida del circuito tras ser golpeado en el casco por un resorte del amortiguador trasero de Rubens Barrichello.