¿Qué es la piedra de Rosetta?

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Piedra Roseta La Piedra de Rosetta es uno de los restos arqueológicos más importantes del mundo clásico jamás hallado, uno de los que más ha ayudado al ser humano en general, así como a historiadores y lingüistas a tratar de descifrar nuestro pasado. Y, particularmente, a comprender los jeroglíficos egipcios. Pero, exactamente, ¿qué es la piedra de Rosetta?

Esta gran roca de graniodirita, expuesta en el Museo Británico de Londres -pese a que la propiedad de la misma sea motivo de desacuerdo-, es, en realidad, un fragmento de de una estela egipcia de Menfis en la que aparecía inscrito un decreto del año 196 a.c., esculpido en nombre del faraón Ptolomeo V. El motivo que la hizo importante, no obstante, es que la misma acta aparece traducida -con mínimas diferencias- en tres tipos de escrituras bien opuestas: jeroglíficos egipcios, demótica -idioma egipcio en su periodo tardío- y griego uncial antiguo. Dado que ésta última era inteligible para los paleontólogos, gracias a la cantidad de vestigios dejados en Grecia, descifrar los jeroglíficos se convirtió en algo mucho más asequible, tras años en la más profunda inopia.

La Rosetta fue hallada en 1799 por el soldado Pierre-François Bouchard, miembro la campaña en Egipto de Napoleón Bonaparte, pero el método de lectura no fue descifrado hasta 1822, gracias al concienzudo trabajo del científico inglés Thomas Young y, fundamentalmente, de filólogo francés Jean-François Champollion. Según este último, los jeroglíficos componían «un sistema complejo, una escritura al mismo tiempo figurativa, simbólica y fonética, en un mismo texto, una misma frase, prácticamente casi diría en una misma palabra

Pese al éxito en la averiguación, y la colaboración de variados autores de prestigio, la precedencia y el plagio ha sido motivo de constante de riñas y disputas alrededor de la Piedra Rosetta, al igual que lo ha sido su propiedad política. No en vano, la roca fue apropiada por los británicos allá por 1801, cuando sus tropas derrotaron a Napoleón en Egipto. Un año más tarde, fue enviada a Londres, donde, desde entonces, es la pieza más concurrida del famoso British Museum.

La expresión figurativa ‘piedra de Rosetta’ se ha asentado además en el lenguaje corriente, para describir toda evidencia fundamental para descifrar un problema o una información en clave.

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