Métodos para la depilación masculina

La depilación masculina es algo relativamente nuevo. Algo que hace unos años sólo los deportistas de élite, como los ciclistas, hacían, pero a lo que, por higiene, comodidad o estética, cada vez más hombres se apuntan. Ya no parece una moda, sino un fenómeno que ha llegado para quedarse. A continuación, los métodos más habituales -indoloros o no- en esto de la depilación del hombre.

– Crema: Este método con productos químicos es indoloro y rápido si se siguen las indicaciones, pero el depilado sólo te durará unos dos o tres días.

– Cuchilla: La tradicional para afeitarse la barba, aunque sólo se elimina la el pelo al ras de la piel, sin desprenderse la raíz, por lo que no será muy efectivo. Además, no cuentan todavía con depiladores específicos para el hombre (algo a tener en cuenta, puesto que los movimientos deben ser distintos a los del rostro). Depende de la persona durará más o menos, pero a los dos o tres días la pelusilla ya será lo habitual.

– Cera: El método más tradicional, el que más dura y también el más doloroso (sobre todo en ciertas zonas). El tirón, sin duda, arranca mucho pelo de una -quemando la raíz) y la cera admite variadas opciones: fría, tibia, caliente (la más efectiva pero la más dolorosa), roll-on en bandas… aunque nunca deberías hacerlo en casa, lo que es también un engorro.

– Máquina: Una de las más efectivas, logrando parar el bello hasta en 3 semanas. La compra de uno de estos aparatos es cara, pero sale barato a la larga, pues no hay que comprar cremas ni nada por el estilo.

– Decoloración: Si no te convence lo de arrancarte el pelo, siempre puedes elegir decolorarlo, creando una ilusión. Pero tu seguirás notándolo.

– Láser: Más caro y costoso, pero el más efectivo. Sólo hay que tomarlo si estás seguro, porque además conllevará riesgos, dependiendo de la piel, zona en la que aplicar, cantidad de pelo… En axilas, ingles o piernas la eliminación de pelo es casi inmediata y total.