La caspa es la formación excesiva de costras o escamas blanquecinas en la raíz del pelo y se produce como consecuencia de una alteración del funcionamiento de las células de la piel del cuero cabelludo.
La caspa puede aparecer por tener altas concentraciones de glándulas seborréicas que generan la escamación de la piel, por estrés o cansancio, o incluso por problemas relacionados con el tracto digestivo. La caspa también puede ser síntoma de otras afecciones dermatológicas más severas.
El tratamiento más empleado para combatir la caspa es utilizar un champú anticaspa de forma regular. No obstante, seguir una dieta saludable y evitar determinados hábitos, también puede ayudar a mejorar la caspa. Así, es recomendable seguir una dieta rica en vitaminas del grupo B y beta caroteno, así como ingerir alimentos con grandes cantidades de zinc como las ostras, la leche y derivados lácteos, el hígado de cerdo o la carne picada. Los ácidos grasos esenciales del tipo Omega 3 también son muy útiles para evitar la sequedad del cabello y ayudar a que la caspa desaparezca.
Por otro lado, evita a toda costa ingerir grandes cantidades hidratos de carbono, grasas y alcohol.