El ISO controla el grado de sensibilidad a la luz que tiene el sensor de la cámara. Cuanto más bajo sea el número ISO seleccionado, menos sensible será el sensor de la cámara a la luz. El ISO es útil cuando se fotografía en determinadas condiciones de luz; por ejemplo, cuando la luz es escasa y no se puede emplear el flash se emplearía un ISO alto; por el contrario, si se cuenta con demasiada luz optaríamos por un número de ISO bajo.
Sin embargo, al aumentar el número ISO también se incrementa el ruido o el grano. Seguramente no te darás cuenta del ruido si visualizas la imagen en la pantalla LCD, aunque una vez subas las fotos a tu ordenador es más que apreciable.
Es por ello, por lo que en general se recomienda utilizar un número bajo de ISO, aunque es necesario conocer en qué casos podemos emplearlo:
Cuando utilizamos un trípode. En este caso tenemos la opción de emplear una velocidad baja dejando que entre mayor cantidad de luz.
Cuando el sujeto a fotografiar está quieto. De nuevo, el hecho de que el motivo esté quieto, nos da la posibilidad de usar velocidades bajas dejando que la luz entre en la cámara.
Si no se necesita una gran profundidad de campo, se puede abrir el diafragma, lo que ayuda que penetre mayor cantidad de luz.
Emplear el flash o encender una luz ayuda a que penetre una mayor cantidad de luz en tu cámara posibilitando la utilización de un ISO más bajo.