¿Cómo funciona la TV pública estadounidense?

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Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC Después de que el republicano Mitt Romney comenzara su debate presidencial contra Barack Obama clamando que lo primero que haría al llegar a la oficina sería cortar los fondos a PBS, la televisión pública estadounidense ha vuelto a la palestra. Inmediatamente, twitter prendía fuego defendiendo a Big Bird (Paco Pico en España), el enorme pájaro amarillo de ‘Barrio Sésamo». El momento, se convirtió en el minuto de oro del evento. PBS es, sin embargo, un modelo de televisión que funciona de manera muy distinta a lo que en Europa entendemos como televisión publicas, como BBC o TVE, no exentas tampoco de polémica.

PBS fue fundada en 1970 como cadena sin ánimo de lucro enfocada en conceder diversidad en los contenidos a, dentro de ese antiguo sistema en el que solo tres cadenas terráqueas proveían contenidos. Hasta hoy, la cadena pública continúa concediendo acceso universal a lo largo de EE.UU., incluso en aquellas zonas rurales donde el satélite y el cable no ha llegado. De este modo, PBS ofrece todo lo que un servicio público debería programar: contenidos que no se encuentran en ningún canal en abierto, o lo que es lo mismo, programas de divulgación científica, programación infantil, programas de investigación, entrevistas calmadas (‘Charlie Rose’, ‘Tavis Smiley’), teatro, cine independiente e influyentes noticieros críticos con el poder (‘Frontline’, ‘PBS NewsHour’, ‘Washington Week’). En los últimos años, además, se ha especializado en los grandes dramas venidos del otro lado del charco, como ‘Downton Abbey’ y el contenedor ‘Masterpiece‘, en un esfuerzo sin parangón por convencer a los televidentes. Con el tiempo, se ha erigido como la respuesta norteamericana a BBC. Aún así, el debate sobre si, en la época de Internet,  la superveniencia de una televisión publica para todos es necesaria, es totalmente válido.

Modelo de financiación

Los republicanos más recalcitrantes llevan décadas tratando de cortar todos los ingresos que el Estado tramita hacia PBS y NPR (radio pública a la que tachan de ‘comunista’, pese a que habitualmente se mantenga al margen). Un reflejo de la que ha sido su mayor máxima: que el gobierno federal se inmiscuya en la vida pública lo menos posible. Dado que no cubren su necesidades panfletarias, además, los conservadores se han resguardado casi desde sus orígenes en que el servicio público es parcial con la «izquierda». Pese a todo, su argumento es ciertamente falaz y populista, pues, en realidad, el gabinete se gasta en su televisión una ínfima cantidad del presupuesto.

El modelo de financiación es mucho más complicado de lo que, a simple vista puede parecer. La mayor parte de los ingresos, entre el 53 y el 60%, viene de capital privado, gracias a que PBS se encarga de contribuir en la programación de hasta 348 estaciones locales desperdigadas alrededor de EE.UU. Algunas de estas marcas tienen, además, spots de entre 15 y 30 segundos. Diferentes organizaciones sin ánimo de lucro -que pueden contar sus propios contenidos y programas-, municipios y universidades aportan también otra importante porción del presupuesto.

Parte importante del pastel lo cubren los ingresos venidos del personal civil, de los televidentes, algo que sería imposible de imaginarse en países como España, donde la cultura de lo gratis prima sobre todo lo demás. Así, cada una de las estaciones solicita donaciones a través de recaudaciones, tele-maratones e incluso mediante la página web. En los últimos tiempo, no en vano, PBS ha tratado de dar importancia a estos ingresos. De este modo, su programación, capitaneada por ‘Downton Abbey’, ha sufrido una evolución para emitir espacios que, sin olvidar la calidad, interesan al público mayorista, dispuesto a donar por seguir viendo su serie favorita, ganadora de varios premios Emmy.

Por último, tenemos la cumbre de la polémica, dado que el congreso, de forma indirecta, contribuye también a la cadena. La cámara alta dona una importante cantidad a la Corporación de Emisiones Públicas, con un porcentaje dedicado a la televisión. Así, en 2010, de los 422 milllones de dólares que el congreso donó al audiovisual público, 281 milllones ingresaron en la televisión. De estos, se  repartieron 210 millones entre las estaciones locales -que tienen su propia financiación- y 71 millones de dólares directamente a las arcas de PBS, un 12% de sus ingresos totales. Pese a que reciba ayudas del gobierno, por lo tanto, PBS no está, en ningún caso, controlada por el gobierno de turno, como ocurre en muchos casos con las televisiones públicas europeas. De hecho, el Acta de emisiones públicas de 1967 no solo prohibía efusivamente cualquier interferencia del gobierno federal, sino que requería la «estricta adherencia a la objetividad y equilibrio en todos sus programas«.

Haciendo una moderna comparación, decía el astrofísico Neil DeGrasse Tyson que «cortar las ayudas a PBS (0,012% del presupuesto) para intentar equilibrar el presupuesto es como borrar los documentos de texto para hacer espacio en tu disco duro de 500GB«. Parte del presupuesto, por su parte, se mide en beneficios, ya que formatos tan notables como ‘Barrio Sésamo’ -hecho con un ínfimo porcentaje del dinero de PBS- se venden a lo largo de todo el globo.

Según estimaciones, y como podéis comprobar en el gráfico explicando el razonamiento por el que salvar PBS y que que acompaña el post, cada contribuyente pagaría alrededor de 1,35 dólares anuales por mantener a flote la pública.

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