¿Cuál es el origen de ‘mantenerse en sus trece’?

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Cuando uno está empeñado en algo, decimos que se mantiene en sus trece. Sinónimo de terquedad y persistencia, el dicho comenzó a utilizarse en el siglo XV y lo popularizó el Papa Benedicto XIII. ¿Te gustaría saber cuál es el origen de esta expresión?

Debido a la atípica situación política que se respiraba en el año 1378, fueron dos los Papas elegidos para gobernar. En 1409 se les pidió a ambos que dimitieran para poder elegir a un tercero. Sin embargo, éstos no se dieron por vencidos, y como consecuencia, fueron tres los Papas que aspiraron al ansiado puesto. Uno de ellos Benedicto XIII.

En 1417, el Emperador de Alemania efectuó presión para que el Papa Martín V fuera el elegido y obedecido por los cardenales rebeldes. Fue entonces cuando Benedicto XIII se dio a la fuga refugiándose en el castillo de Peñíscola, en aquellos momentos parte de la Corona de Aragón. Abandonado por sus seguidores, pasó allí sus últimos años de vida reivindicando que era él el legítimo Papa. De ahí que fuera Benedicto XIII el primero en ‘mantenerse en sus trece’.

5 opiniones en “¿Cuál es el origen de ‘mantenerse en sus trece’?”

  1. Maimónides
    Nacido en Córdoba en 1135, hubo de emigrar a Egipto en 1148 huyendo de los almohades. Fue filósofo, matemático, médico y rabino.

    Se le considera el gigante de los Talmudistas sefardíes. Sintetizó la Ley Judía en 13 principios esenciales (de ahí viene el dicho de mantenerse en sus trece). Escribió casi toda su obra en árabe salvo la Misné Torá – en la que sintetiza el Talmud por temas – que fue escrita en hebreo para su comprensión por los judíos de territorios no arabizados.

    Estas obras originaron grandes corrientes de seguidores y detractores. Destacan en medicina sus escritos sobre el asma, el coito, las hemorroides, las drogas. Los venenos y sus antídotos. Fue médico personal de Sultán de Egipto y tan famoso que era requerido por personas de todas las procedencias y condición.

    De carácter pragmático y tolerante, defendió a los judíos que disimulaban la fe en momentos de persecución. Él mismo se vio obligando a ello en su exilio de Fez.

    Esto tiene toda su lógica, los judíos èrseguidos se mantenian en sus trece principios de fé a pesar de la persecución, lo otro no le encuentro el sentido.

  2. Peñíscola está en Castellón de la Plana, Comunidad Valenciana, efectivamente. Pero en los tiempos de Benedicto XIII no existía la Comunidad Valenciana. Y Castellón pertenecía al Reino de Valencia (fundado por Jaime I el Conquistador, Rey de Aragón) y formaba parte de la Corona de Aragón.

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