¿Cuándo se celebra la misa del gallo?

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misa-del-gallo Una de las ceremonias más ilustres e importantes del calendario navideño del catolicismo es, sin duda, la que en español conocemos como Misa del Gallo, o «Misa de los pastores» en el lenguaje popular. Pero, ¿qué es exactamente esta rito? ¿cuál es su origen? ¿cuándo se celebra la misa del gallo?

La Misa del Gallo, o misa de la noche, se celebra en la medianoche del 24 de diciembre, tras la cena de Nochebuena y poco antes de que llegue el día de Navidad, la fecha en la que se conmemora el nacimiento de Jesús. Así, la Misa recibe de madrugada una de las fechas más señaladas en el calendario eclesiástico.

La tradición litúrgica se atribuye al Papa Sixto III, del siglo V d.c., quien se encargó de introducir en Roma la vigilia nocturna a las doce -después de que cantara el gallo, según los romanos de aquella época- algo que no tardaría en convertirse tradición. La oratoria sobre la natividad de Jesucristo llevaba el nombre de «ad praesepium» (ante el pesebre) y se celebraba en el altar de la Basílica de Santa María la Mayor. A las lecturas de los evangelios y los tramos del nacimiento de Jesús, se suman ahora varios villancicos al principio y final del evento.

Es verdad que, en la actualidad, el Gallo no canta a esta hora -en los primeros minutos del nuevo día-, pero el nombre ha llegado hasta nuestros días. Según otras fuentes, la etimología del curioso apodo tendría origen en el la leyenda que narra que un gallo fue el primero en contemplar el ilustre alumbramiento, encargado más tarde de comunicárselo al mundo. Otra explicación lógica podría tener fundamento en el lugar donde el Papa durante años celebró la misa de noche, la Basílica de S. Petrum in gallocantum (San Pedro del canto del Gallo).

Es habitual, además, que en la Navidad haya otras tres misas: la de vigilia, la misa de la aurora y la misa del día. Curiosamente, esta arraigada tradición del pueblo cristiano, comenzó con mucha menos ceremonialidad, con ecos de las celebración pagana de los solsticios. Con el tiempo, sin embargo, se ha ido convirtiendo en un rito muy asentado.

Junto a Italia, la misa del gallo tiene un gran arraigo en países fuertemente católicos, como los del mundo hispano, donde destacan especialmente los territorios latinoamericanos.

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