El 6 de agosto de 1945, un avión B-29 de las fuerzas armadas estadounidenses descargó sobre Hiroshima la «little boy», la primera bomba atómica lanzada para matar a inocentes. Tres días después se hizo lo propio en Nagasaki. Ambas ciudades quedaron devastadas y alrededor de 220.000 personas fallecieron. Aquellos actos supusieron, sin duda alguna, un antes y un después en la historia del belicismo.
Es precisamente el 6 de agosto el elegido para celebrar el Día Mundial contra las Armas Nucleares. Éstas suponen una amenaza para la paz mundial y exigen a los gobiernos que las poseen inversiones multimillonarias que podrían dedicar a paliar otros muchos problemas.
El Día Mundial contra las Armas Nucleares ha de servir para acabar con una carrera que encierra en sí misma numerosos peligros. El terrorismo nuclear es además, ahora más que nunca, una amenaza ante la que debemos de protegernos.
¡No más armas nucleares! ¡Es la hora del desarme y el sentido común!
¿Sabías que…?
EEUU es el país con el mayor arsenal de armas nucleares del mundo. Es tal que, si quisiera, podría destruir varias veces toda la civilización en la Tierra.