A lo largo de la historia se han desarrollado diversas formas de gobierno, cada una con sus características particulares. Los regímenes de gobierno establecidos en los países o naciones hacen referencia al modelo de organización del poder constitucional que adopta un Estado. En concreto, se refiere a la manera en la que se estructura el poder político para desempeñar su autoridad, coordinando todas las formas de trabajo de las instituciones. En este post explicamos las diferencias entre dos de las formas de gobierno más conocidas: república y monarquía.
Los sistemas de gobierno siempre han generado debate y controversia. La república y la monarquía son dos modelos políticos opuestos. Existen varios tipos de monarquías, pero en todas ellos el Jefe de Estado es un Rey o Monarca, que ostenta su autoridad de forma hereditaria. Es decir, de padre a hijo sin que intervenga la voluntad del pueblo. Por su parte, en las repúblicas no existe la figura del monarca como tal. Es una forma de gobierno en la que las personas o sus representantes poseen el poder supremo. Esto es, el Jefe de Estado es un Presidente que debe ser elegido democráticamente por el pueblo.
En las monarquías absolutistas, el rey controla los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; sin embargo, en las repúblicas esos poderes son independientes. El ejecutivo y legislativo son elegidos por votación popular, mientras que el poder judicial lo establecen los miembros del gobierno. En las repúblicas, los presidentes son electos por un periodo determinado, que por lo general ronda los 4 o 6 años; mientras que en la monarquía el reinado es vitalicio a excepción de que el rey abdique por motivos personales.
Francia, Estados Unidos o Rusia son países regidos por gobiernos republicanos, mientras que Reino Unido o Emiratos Árabes se rigen por monarquías. España, por ejemplo, cuenta en la actualidad con una monarquía parlamentaria en la que el rey ejerce la función de Jefe de Estado bajo el control del parlamento y gobierno.
Muy bueno.
Aburrido
y eso?