La planta del té

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Aunque procede del sur y sudeste de Asia, la planta del té se cultiva actualmente en numerosas regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo. En ella, en sus hojas y brotes, está el origen de las infusiones más populares, y su importancia es tal que incluso la prestigiosa medicina tradicional china la considera una de sus 50 hierbas fundamentales.

La planta del té es la Camellia sinensis, un arbusto perenne y muy ramificado, que aunque puede superar los 6 metros, suele recortarse para no sobrepasar los 2 y así obtener la producción deseada. Sus hojas son de un color verde oscuro y brillante, mientras que las flores, aromáticas, son de un tono blanco amarillento.

De la Camellia sinensis se obtienen principalmente el té negro, el té verde, el té blanco y algunas otras variantes derivadas de las anteriores. Son las características y la composición química de las hojas que se recolectan las que, unidas al grado de oxidación, determinan los distintos productos.

Beneficios del té en la salud

Los efectos del té, y más concretamente los procedentes de la planta Camellia sinensis, son muchos y muy distintos sobre nuestra salud y varían en función del tipo de infusión. Entre otras patologías, el consumo de té ha probado su eficacia contra:

– Tumores
– Abcesos
– Diabetes
– Hepatitis
– Diarrea
– Bronquitis
– Enfermedades neurodegenerativas
– Asma
– Sobrepeso
– Halitosis

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