Las mejores uvas: las campanadas más sonadas de la televisión

Las uvas de Nochevieja son toda una institución de la televisión española, pero, como cualquier tradición, no ha estado exenta de errores y situaciones de lo más embarazosas. De los cientos de personas que han presentado las uvas en los distintos canales, alguno también la ha pifiado, y sus imágenes han quedado grabadas en nuestra retina (y en las vídeotecas de Internet) para siempre.

Por supuesto, la imagen idílica que tenemos del fin de año es ésa con Ramón García y su capa, que protagonizaron las uvas durante 13 años -11 de los cuales fueron en TVE-. Esa perfección, por desgracia para técnicos y realizadores, no siempre ha sido así. Esto son tres de los grandes momentos de la historia de la Nochevieja española.

Marisa Naranjo – 1989

Inevitablemente recordada por todos, Marisa Naranjo se comió los cuartos antes de las uvas, y encima se atrevió a felicitar el año pareciendo que no había pasado nada. Hoy pan y mañana gloria. Desde entonces, nadie en su sano juicio en TVE se ha saltado los cientos de ensayos. La Naranjo no volvió casi a hacer TV hasta que en 2011 Neox la recuperó para sus anticipadas campanadas.

Irma Soriano – 1994

Soriano hizo cinco años más tarde un «Marisa Naranjo» por querer hablar demasiado – el gran problema de esta chica Hermida. Sin embargo, como era en Antena 3, y por aquel entonces (y todavía hoy en gran medida) nadie sintonizaba campanadas que no fueran en TVE, tampoco sentó demasiado mal.

Carmen Sevilla – 1994

La experta en confundirse, Carmen Sevilla, se atrevió a viajar 30 años al pasado para pasar al mismo año. Un año antes, para más INRI, lo había hecho José María Carrascal. Pero lo mejor no es su felicitación, sino la parrafada que suelta mientras suenan las campanas. Es lo que tiene comenzar sin pensar y después tener que continuar inevitablemente. La de tonterías que se pueden llegar a decir cuando no hay guion. En ese momento, nadie la escuchó.

Con las privadas… llegan los retrasos

Desde que llegaron las privadas, que muy poco a poco comienzan a quitar terreno a TVE, los retrasos o adelantos han sido algo habitual, gracias a la magia de transmisiones alejadas de la puerta del sol o en diferido. Algunas de las más conocidas fueron cuando Mercedes Milá se traslado a Muxía -en pleno desastre Prestige- con Telecinco, o cuando La Sexta entró dos minutos tarde en 2008.