Una de mis aficiones es la papiroflexia (no me gusta decir Origami porque me parece un poco pedante) y la verdad es que no soy ningún experto, conoceré unas 20 figuras distintas de memoria y luego puedo hacer variaciones ellas. Pero la verdad es que si cae un papel en mis manos y tengo 5 minutos libres, esperando al autobus por ejemplo, seguro que terminará conviertiendose en un pájaro, un perro o algo más complicado.
Para empezar solo necesitas dos cosas, papel (cualquier papel vale) y una superficie dura sobre la que hacer los dobleces. Las dos cosas son baratas y al alcance de todos.
Lo segundo es practicar las formas básicas. Hay una serie de formas básicas a partir de las que desarrollar otras más complejas. Es importante saber estas formas básicas ya que muchas veces los esquemas de papiroflexia empiezan ya directamente con formas básicas ya hechas.
El doblado debe ser muy preciso. Piensa que al doblar el papel si el doblez no es perfecto por unos milímetros puede que en los consecutivos dobleces esa distancia vaya aumentando haciendo cada vez más difícil hacer la figura que queremos.
Otro consejo para principiantes es que uses papeles grandes. Cuanto más grande es la hoja más fácil será de manejar y doblar, los papeles pequeños hacen que llegue un momento en que doblarlos es un infierno o que tengamos que hacer mini dobleces que sean imposibles.
El último consejo es tratar de hacer figuras adaptadas a tu nivel, puede que no sean tan bonitas, pero si tratas de hacer cosas demasiado complicadas seguro que no te saldrán y acabaras desesperado.
De hecho mientras repaso el texto de este post estoy haciendo la ola con tabla de surf que estaís viendo en la imagen. Es una pena no tener papel con una cara azul, porque así el agua quedaría azul y la espuma de la ola y la tabla de surf quedarían blancas.
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