El stop motion es una técnica de animación que busca aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de fotografías fijas consecutivas. En las animaciones de stop motion no se incluyen los dibujos animados, ni las generadas por ordenador. Esto quiere decir, que los elementos fotografiados no fueron dibujados, sino que son objetos reales que han sido fotografiados en diferentes posturas y situaciones.
Dentro de la animación stop motion hay dos tipos bien diferenciados:
– La animación con plastilina y otros materiales maleables, llamada en inglés claymation
– Las animaciones generadas utilizando objetos rígidos
Como en otros casos, donde se generan vídeos en base a fotografías, como un time lapse, la calidad de la foto toma una gran relevancia, puesto que el vídeo resultante mostrará esa fotografía de forma repetida. Componer un cuadro vivo, aprovechar los contrastes, colorido y efectos de iluminación asegurará éxito. Pero además de una fotografía correcta, también hay que ser ingenioso para crear una animación atractiva.
Por otro lado, para obtener unos resultados aceptables hay que armarse de paciencia puesto que para conseguir un vídeo relativamente corto se necesitan bastantes horas. La preparación, fotografía y posterior movimiento de los elementos, vuelta a fotografiar, vuelta a mover… Es un proceso tedioso pero los resultados suelen ser llamativos.
Pese a todo, esta técnica está al alcance de cualquiera, si bien es recomendable tener un buen trípode que dote de estabilidad a la cámara, una iluminación correcta y paciencia, mucha paciencia.
Un buen ejemplo de stop motion es este trabajo con lapiceros:
Hudson – Against the grain: Videoclip de Hudson, un artísta de Melbourne
Hay trabajos muy originales como este Pacman:
The Original Human PAC-MAN: Creado por el artista francosuizo Guillaume Reymond
Incluso hay stop motion grabados con dispositivos que a priori no están pensados para estas operaciones:
Gulp: Grabado con un teléfono móvil Nokia N8