Ser madre es un paso importante en la vida de cualquier mujer, pero el embarazo no siempre sucede de forma natural. A veces necesitamos una ayuda extra para que suceda el feliz acontecimiento, a través de diversos tratamientos de fertilización que nos asistirán en nuestro objetivo de ser mamás. Existen distintos métodos para socorrernos con este cometido, y cada uno de ellos funcionará de forma diferente, lo que nos lleva a la pregunta: ¿Qué tratamientos de fertilización existen?
Quizás el método más conocido en cuanto a los tratamientos de fertilización sea la inseminación artificial. Se suele utilizar en los casos en los que hay problemas con los espermatozoides, como que se hallen en una baja cantidad. Generalmente, este método se suele utilizar cuando el problema viene del hombre. Sin embargo, si el problema es su movilidad, se suele utilizar otro método que se denomina inyección intracitoplasmática de espermatozoides. En lo que se refiere a este último, también se emplea en aquellos casos en los que el problema viene del hombre, y ayuda a prevenir la fecundación deficiente.
Por otra parte, se encuentran las técnicas de reproducción asistida, más invasivas que la inseminación artificial y cuyo método más conocido es la fecundación in vitro. Al contrario de lo que sucedía con la inseminación artificial, el cual se utiliza cuando el problema viene por parte del hombre, la fertilización in vitro está especialmente indicada en aquellas situaciones en las que la mujer tiene problemas con las trompas de falopio o posee dificultades con la ovulación. Una de las mayores ventajas es que se trata de la técnica más longeva, y no se han detectado problemas de salud relacionados con este método.
Pero además de la técnica in vitro, existen otros métodos dentro de las técnicas de reproducción asistida. Ya hemos hablado en un párrafo anterior de la inyección intracitoplasmática de espermatozoides, pero también podemos encontrar los métodos de transferencia intertubárica, que a su vez, se diferencian en dos tipos:
–Transferencia Intertubárica de Gametos (TIG). Menos popular que la fecundación in vitro, aconsejable en los casos en los que existen problemas con las trompas de falopio. Los óvulos se combinan con el esperma de la pareja en el laboratorio y posteriormente son implantados mediante cirugía. Este método permite que la fecundación ocurra de forma natural en las trompas de falopio, aunque los resultados pueden variar de unos casos de infertilidad a otros.
–Transferencia Intertubárica de Cigotos (TIC). Más en desuso que el método anterior ya que el porcentaje de éxito es más bajo además de tratarse de uno de los métodos más invasivos. El procedimiento es idéntico al de la trasferenica intertubárica de gametos, aunque la mayor diferencia reside en que en esta ocasión, la fecundación se da en el laboratorio. La principal ventaja frente a la trasferenica intertubárica de gametos es que el médico podrá confirmar si se ha dado la fecundación antes de implantar los cigotos.
Si el problema son las células, existe la opción de recurrir a un donante ya sean los ovarios o el esperma lo que falle. Este método suele ser más utilizado por aquellas mujeres que debido a su edad no son capaces de producir óvulos sanos o no quieren transmitir enfermedades genéticas a sus futuros hijos. El inconveniente es que resulta ser más caro que una fecundación in vitro más tradicional.