¿Quién escribió 'Blancanieves'?

Innumerables adaptaciones modernas, donde destaca especialmente la versión de Disney, han convertido a ‘Blancanieves’ en uno de los personajes de ficción más populares e icónicos. Pocos no conocen alguna vertiente de la historia del espejo mágico, la manzana envenenada, el ataud de cristal y los siete enanos. Pero, ¿sabes quién escribió ‘Blancanieves’?

Como ocurre con la mayoría de cuentos de hadas populares, su origen es desconocido, aunque su versión más famosa es la recopilada por los hermanos Grimm, escritores y lingüistas germánicos del siglo XIX que llevaron al papel muchas de las narraciones clásicas más recordadas. De su pluma salieron también ‘Rapunzel’, ‘Rumpelstiltskin’, ‘Cenicienta’, ‘Hansel y Gretel’ y ‘El príncipe rana’. Wilhelm y Jacob Grimm son considerados, además, fundadores de la filología alemana, para la que crearon diccionarios y gramáticas.

Los detalles, sin embargo, cambian de manera considerable de unas versiones a otras. En algunas ediciones la verdadera protagonista es la celosa madrastra, que en el cuento de los Grimm es en realidad madre. En esta versión, coleccionada en 1812, esta reina malvada pide al cazador que despedace a Blancanieves -de tan solo siete años-, y que extraiga su hígado y pulmones, que se comerá para cenar condimentados con sal. El final de la villana es mucho más cruento que el moderno, con la monarca castigada a bailar con un par de zapatos de hierro abrasando, que queman sus pies y la acaban matando.

Políticamente poco correcto es el trato que los enanos dan a su nueva compañera: ‘Solo si cuidas la casa por nosotros, si cocinas, coses, haces las camas, lavas, tejes y dejas todo limpio y ordenado podrás quedarte aquí y tener todo lo que quieras. Vendremos de casa a la noche, y la cena deberá estar hecha para entonces.’ El final feliz es, asimismo, mucho menos romántico. En vez de cerrarse con un beso, el príncipe da una palmadita en la espalda a su amada, que escupe el trozo de manzana que había tragado.

La adaptación más famosa es, sin duda, la animada ‘Blancanieves y los Siete enanitos’ de 1937, primer largometraje de Walt Disney. Todo un hito cinematográfico que Hollywood ha tratado repetir en incontables ocasiones.