Los productos más caros del mundo siempre despiertan cierto interés, sobre todo, aquellos que aún siendo como decimos, ‘caros’, son asequibles para muchos bolsillos. Éste podría ser a priori el caso del té más caro del mundo. Pero no. Aunque pueda parecerlo, no resulta ni accesible ni apetecible.
Me explico. An Yanshi, un biólogo y profesor de universidad chino, ha elaborado un particular té a partir de excrementos de oso Panda. Yanshi afirma que el compuesto tiene un sabor muy agradable semejante a la nuez y que, además, es muy saludable para el cuerpo humano. Tanto, que según asegura, es un potente anticancerígeno: “Los pandas tienen un sistema digestivo muy pobre y únicamente absorben alrededor del 30% de todo lo que comen. Eso significa que sus excrementos son ricos en fibras y nutrientes. Al igual que el té verde, el bambú –principal alimento de los Pandas- contiene un elemento que puede prevenir el cáncer”.
Estas supuestas bondades médicas, la escasez de la materia prima –ya sabemos que los Panda están en peligro de extinción- y el complejo método de elaboración del té son las razones por las cuales un kilo del té más caro del mundo cuesta 78.000 dólares. En realidad, el té todavía no se comercializa pero An Yanshi ya ha fijado su precio. Está por ver si alguien decide comprarlo y probarlo.