El lago Ness, el mítico lugar en el que cuentan que habitó un famoso monstruo, alberga la mayor masa de agua dulce del Reino Unido. A unos 37 kilómetros al suroeste de Inverness, en las Highlands (tierras altas) escocesas, este lago ocupa una superficie aproximada de 56.4 km2, alcanzando una profundidad máxima de 240 metros. Casi nada.
De origen tectónico, el lago Ness recibe agua de siete ríos -Oich, Tarff, Enrich, Coiltie, Moriston, Foyers y Farigaig- y de un buen número de arroyos. Gracias al monstruo, es uno de los lugares más visitados del Reino Unido, aunque el entorno natural que le rodea es atractivo por derecho propio, con lugares tan destacados como el castillo de Urquhart, el histórico canal Caledonian o los restos de fortalezas de la Edad de Hierro.
Tan popular o más que Big Foot o el Yeti, Nessi -el monstruo del lago Ness– es una criatura de la que hay constancia desde el siglo VI. Dicen que tenía un largo cuello y una piel lisa y de color rojo oscuro, características que han llevado a pensar a algunos científicos que puso tratarse de un plesiosaurio, una especie de dinosaurio marino.
Al parecer, según la leyenda, fue un misionero el primero en divisar al monstruo. Tras él, miles de personas aseguran haberle visto navegar por las profundas aguas del Lago Ness.