En dorodango ( que significa en japones «bola de barro«) es un juego tradicional japonés que consiste en crear bolas de barro lo más perfectas y brillantes posibles. La verdad es que no le veo la diversión al juego ya que al final no se lo vas a tirar a otro niño, pero los son japoneses son así y se divierten a su manera. Ya hemos hablado otras veces de aficiones japonesas como el Amigurumi, y como todo lo que hacen los japoneses este entretenimiento infantil se ha convertido en una afición con muchos seguidores por todo el mundo y a la vez en una forma de meditación zen y técnica anti-stress.
A través de una serie de técnicas, convertimos una bola de barro en una esfera dura y brillante, principalmente evaporando todo su agua y espolvoreando encima polvo para conseguir el brillo. Conseguimos diferentes colores según el barro y el polvo que usemos para abrillantarlo. Como afición es realmente muy barata (solo necesitamos barro y algunos instrumentos de cocina) pero exige de mucha paciencía y precisión, ya que le material es fragil y la bola debe ser lo más perfecta posible. Todo esto lo que lo convierte en una actividad desestresante perfecta, aunque sinceramente para el stress no hay nada mejor que la siesta.