El sector del lujo no entiende de crisis y la cosmética de alta gama sigue siendo un lujo reservado para muy pocas. Desde que en 1958 Estée Lauder sacara al mercado su crema Re-Nutriv por la friolera de 115 dólares, las casas cosméticas han jugado con los precios elevados para dar fiabilidad y exclusividad a sus cremas.
De esta forma nos encontramos cremas que son auténticas joyas con ingredientes como el oro y los diamantes que constituyen auténticos tratamientos diarios de belleza. Promesas de rejuvenecimiento y de luminosidad y buscando la piel perfecta, las principales marcas dedican años de investigación a elaborar los productos más revolucionarios en cosmética con los ingredientes más exclusivos.
Kanebo propone Sensai Premier, The Cream, a base de extractos de algas, rosales, y sedas dificilísimos de conseguir para estimular la producción de colágeno en el rostro por unos 600 euros. Más cara es la apuesta cosmética de La Mer, The Essence, que vale 2.100 euros el tratamiento con 21 ampollas que aportan a la piel la mayor luminosidad, elasticidad y tonicidad. Por su parte, los laboratorios La Praire utilizan el oro de 24 kilates como ingrediente principal de su Cellular Radiance Concentrate Pure Gold, todo un lujo para la piel por 600 euros.
Pero el título de crema más cara del mundo se lo lleva la nueva crema de Shiseido a un precio de 10.487 euros el tarro con 50 gramos de producto. Eso si, el frasco tiene un diseño exclusivo en cristal y platino y se han fabricado únicamente 3 envases. Ni por un momento se nos ocurriría dudar de la eficacia de esta crema única, pero lamentablemente no podremos testarla.
yo pienso q las mas caras las de la praire
Es indecente que haya productos que valgan tanto y que haya gente que los consuma