Si hay algo señalado de lo que todos nos acordamos cada 14 de febrero, eso es el Día de los enamorados. Sin embargo, en esa misma fecha se celebra también de manera anual la jornada alrededor de un fenómeno del que deberíamos concienciarnos mucho más: el Día Europeo de la Salud Sexual.
El sexo, y por consecuencia la salud sexual, es un concepto que si bien normalmente relacionamos con el enamoramiento que caracteriza San Valentín, no tiene por qué ir siempre de la mano. La transmisión de enfermedades por vía venérea es algo con lo que nos hemos familiarizado en las últimas décadas, pero todavía nos queda mucho que aprender sobre la protección y los cientos de diversas infecciones. Una buena información es la piedra roseta de la lucha, especialmente enfocada en jóvenes y en sectores no tan concienciados con el uso del condón, la mejor arma.
No obstante, la salud sexual acapara un terreno mucho más amplio. La Alianza Europea para la Salud Sexual (ESHA) trata con este movimiento también de concienciar a la sociedad europea de que, en el siglo XXI, los problemas sexuales deben ser comunicados, conversados y solucionados. Una vida sexual debe ir acorde con una buena calidad de vida. Lo que conlleva seguridad y libertad, así como ausencia de coerción, discriminación y violencia.
¿Sabías que…?
Hay más de 448 infecciones de transmisión sexual. La gonorrea, el SIDA, la sífilis, la sarna, los hongos, herpes y hepatitis B son algunas de las más famosas.