Esquí-Slalom: ¿en qué consiste?

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Slalom puerta
Esquivando una puerta en slalom | Foto: B.Stefanov / Shutterstock.com

El eslalon o slalom es la disciplina típica del esquí alpino. Es la base especialmente para dos pruebas: slalom y slalom gigante, diferenciándose estas dos pruebas de otras de esquí alpino como el descenso o el Súper-G (Súper Gigante), en que las dos primeras requieren un mayor control de la técnica, mientras que en las otras se necesita más velocidad. No obstante, en los dos grupos de pruebas de esquí alpino son necesarias tanto la velocidad como la técnica.

En las pruebas de slalom el objetivo es finalizar el recorrido en el menor tiempo posible. Este recorrido consiste en un descenso en el que se distribuyen una serie de puertas intercalando las azules con las rojas. El participante debe ir haciendo zig-zag para pasar entre estas puertas de colores alternos. Tocar los palos de estas puertas está permitido, de hecho es una técnica a la que se conoce como bloqueo.
En cuanto a las principales pruebas de slalom, sus principales características y diferencias son que:

  • La prueba de slalom es la más corta.
  • En la prueba de slalom no hay puertas, solamente palos que cumplen con el mismo con la misma finalidad que las puertas.
  • La prueba denominada Slalom es la prueba con slalom más corta, pero más técnica. En el slalom puede haber hasta 75 palos/puertas, mientras que en el gigante no puede haber más de 70, a pesar de ser un recorrido más largo.
  • En todas las pruebas hay puertas más cerradas y más abiertas.
  • El descenso de altitud en Súper-G es de 500-650 metros (por eso no es tan técnica como las otras pruebas), en Slalom Gigante de 250-300 y en Slalom 130-180 metros.

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