Las plantas deben abonarse siempre durante su fase de crecimiento, antes de la formación de los capullos florales. Es importante no abonar nunca una planta recién trasplantada y esperar al menos 15 días antes de aplicar el sustrato. En el caso de las plantas de exterior recién compradas, el periodo de espera previo al abono debe ser mayor, llegando incluso a las 6 semanas.
No olvides regar el sustrato antes de abonar y repetir cada 7 o 10 días durante la etapa de crecimiento de la planta.
Puedes complementar el sustrato con abonos caseros muy prácticos como cáscara de huevo, posos de té o el agua empleada para hervir verduras.