Las flores son las estructuras reproductivas de las plantas. Su función es producir semillas a través de la reproducción sexual y son muy variadas en formas y tamaños. Su importancia social es asimismo indiscutible, están cargadas de simbolismo en todas las culturas y son también empleadas como elemento decorativo. ¿Por qué las flores son de colores?
Las flores toman sus colores de los pigmentos, que pueden ser de dos tipos: pigmentos liposolubles -contenidos en los cromoplastos- y pigmentos hidrosolubles -contenidos en las vacuolas de las células epidérmicas de los pétalos-.
Las flores con tonos azules y púrpuras, por ejemplo, heredan su color de pigmentos llamados antocianinas, las rojas son teñidas por las antocianinas, y las amarillas y las naranjas por las flavinas.
Se sabe también que las estaciones del año influyen en los colores de las flores. Así, en primavera abundan más los tonos blancos y rosas, en verano los rojos y naranjas, en otoño los azules y los lilas, y en invierno los amarillos y los verdes.
Si creéis que el color de las flores tiene una función meramente estética, estáis equivocados. Éste atrae a los insectos, que se encargan de transportar el polen y facilitar con ello que las plantas se fecunden.