El Mundial de Fútbol de Brasil celebrará su finalísima el día 13 de julio en el Estadio de Maracaná, en Río de Janeiro. Terreno de juego habitual del Flamengo y el Fluminense, este escenario es poco menos que un templo balompédico, un escenario de leyenda que 64 años después de su inauguración sigue haciendo las delicias de los aficionados. Hagamos memoria, ¿qué fue el ‘Maracanazo’?
Se conoce como ‘Maracanazo‘ a la victoria de Uruguay frente a Brasil en la final del Mundial de 1950. La canarinha jugaba en su casa de Río de Janeiro ante un estadio repleto y con una afición entregada. Llegaba invicta a Maracaná y tan solo necesitaba un empate para levantar la copa y alzarse campeón.
El guión no admitía giros inesperados; menos aún después de que Brasil se adelantara en el minuto 47 gracias a un gol del delantero Friaça. Pero el fútbol es fútbol y son episodios como el de aquel 16 de julio los que hacen de éste un deporte excepcional. Uruguay tiro de casta, se repuso y le dio la vuelta al marcador con tantos de Juan Alberto Schiaffino (66´) y Alcides Ghiggia (79´). Victoria celeste por 1-2 y sorpresa mayúscula.
Aquel ‘Maracanazo‘ fue tan sonado que la expresión se hizo popular y aún hoy en nuestros días se utiliza para describir victorias épicas o contra pronóstico de deportistas o equipos en campos ajenos y con todos los factores en contra.
Alcides Ghiggia: “Solo tres personas fuimos capaces de silenciar el Maracaná: el Papa Juan Pablo II, Frank Sinatra y yo”.