Un cortafuegos o firewall es un sistema de seguridad cuya misión es bloquear accesos no autorizados a un ordenador. Puede ser un software, hardware o una combinación de ambos y se utiliza sobre todo como mecanismo de protección en internet, controlando el tráfico e impidiendo que los usuarios sin autorización penetren en redes privadas.
Los cortafuegos son especialmente útiles para las intranets -redes de ordenadores privados que se relacionan entre sí a través de internet-, sobre todo para vigilar las entradas y salidas de mensajes, impidiendo el paso de aquellos que no cumplen con los criterios de seguridad establecidos.
A pesar de lo que algunos usuarios piensan, los cortafuegos no son sustitutos de los antivirus, sino que actúan conjuntamente con ellos para garantizar la protección de un ordenador o una red, algo a lo que también ayudan las continuas actualizaciones del sistema operativo.
Los cortafuegos más utilizados por los usuarios domésticos son los de software. Estos programas informáticos protegen los ordenadores particulares de intentos de control externo y normalmente contribuyen también en la lucha contra los gusanos que penetran a través del correo electrónico. Su principal desventaja es que tan sólo actúan en las computadoras en las que están instaladas, no pueden vigilar redes enteras.
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