Quiero aprender inglés, pero no sé cómo demostrar lo que sé. Frente a un mundo donde cada vez se valoran más los idiomas y tenemos que viajar para encontrar trabajo, nos vemos obligados a plantearnos oficializar nuestro nivel de inglés. El inglés es algo que piden casi todos los trabajos y muchas universidades, pero, dado que las opciones son variadas y diversas, ¿Qué título de inglés tenemos que sacarnos?
Todo dependerá de nuestros objetivos futuros, aunque, en caso de que solo quisiéramos seguir practicando -y no perder lo que sabemos-, la mejor opción siempre es la más barata. El inglés practicado en los colegios e institutos no es ni mucho menos suficiente para cumplir con mayores expectativas. Haber estado apuntado a una academia, además, siempre ayudará para no empezar desde 0.
Lo primero que debemos conocer son los niveles, iguales a los de cualquier otro idioma dentro del Marco Europeo. El bloque A, para el usuario básico, incluye A1 (Acceso) y A2 (Plataforma), aunque a poco nivel que tengas de anteriores estudios, lo lógico sería comenzar por el nivel B -dependerá también del nivel requerido por la academia pertinente. El B incluye B1 (Umbral) y B2 (Avanzado), mientras que el alumno que ya tenga un cierto conocimiento del idioma -por haber estudiado durante años o haber vivido en el extranjero- podrá intentarlo con el C1 y el C2 (Maestría). Cada uno de los niveles te pedirá aprobar en las distintas vertientes del idioma: Escritura (Writing), Gramática y vocabulario (Use of English), Audición (Listening), Oral (Speaking) y Lectura (Reading). Éstas son las tres principales opciones para sacarse un título de inglés:
Escuela Oficial de idiomas
La EOI está sumida en un cambio de modelo, y, como consecuencia, su estructura ha sido cambiante durante los últimos años. Dado que es un organismo público, la matriculación en los cursos irá por listas, pero es la opción más barata. Sin embargo, y dado que el nivel de sus exámenes ha bajado, se considera Nivel Avanzada (sexto, último año) a lo correspondiente a un B2 escaso.
No acredita demasiado a nivel internacional, pero es el indicado para sacar oposiciones dentro de España y sirve también para convalidar créditos de libre elección universitario.
Cambridge
Muy prestigios también en España, los exámenes de Cambridge son perfectos para verificar tu nivel de inglés fuera de las fronteras. Es fácil encontrar academias y escuelas que te formen para lo exámenes oficiales -organizados aproximadamente en julio y diciembre- aunque no son precisamente baratos. Lo más recomendable, además, es formarte antes de llevarlo a cabo -no es obligatorio-, pues parte de la dificultad del examen reside en saber cómo hacerlo.
Pese a que exista el nivel preliminar (PET), con el que se puede lograr hasta un B1 si se logra la nota más alta, el más habitual es el First, equivalente al B2 y que verifica el uso de inglés de manera social. Más avanzados son el Advanced, que equivale a un C1, y Proficiency, al C2. Ambos son apropiados para estudiar y trabajar en el extranjero, pero ¡cuidado! para aprobar deberás superar el 60%, y no es una tarea que pueda conseguirse sin prepararse. Una de las características positivas para el alumno es que no caduca, aunque las empresas comienzan a desconfiar si han pasado más de diez años desde que te lo sacaste.
TOEFL
Si tu objetivo es EEUU, el TOEFL es tu examen. Al contrario que los anteriores, el nivel se mide por porcentaje, no por pencos o aprobados. De este modo, calificaran que tienes un 60 de conocimiento de inglés o un 93, y así hasta 120 puntos. También al contrario que los anteriores, caduca a los dos años.
No obstante, será más difícil encontrar un centro de formación y uno donde examinarse, aunque cada vez son más comunes puesto que es lo que requieren muchas universidades americanas. Los exámenes de TOEFL iBT, que se pueden hacer por Internet, abren convocatorio hasta 30 y 40 veces al año. El precio no será muy diferente al de los de Cambridge, entre 150 y 250 euros.