El Cid Campeador (1043-1099) cosechó gran parte de los éxitos sobre el campo de batalla con su espada más famosa: ‘La Tizona’. El caballero castellano empuñó también otras tan populares como ‘La Colada’, aunque fue la anterior la que otorgó mayor gloria al héroe de la Reconquista española.
Tal y como consta en la obra literaria ‘Cantar de mio Cid’, fue el rey Búcar de Marruecos el primer propietario de ‘La Tizona’, hasta que el valiente protagonista de este post se la arrebató en una contienda en Valencia. Posteriormente, la regalaría a sus yernos los infantes de Carrión, aunque volvería a su poder antes de acabar obsequiándosela nuevamente a un sobrino, Pedro Bermúdez.
‘La Tizona’ tiene una hoja de 0.785 metros de largo por 0.045 metros de ancho y cuenta con dos inscripciones: en un lado se hace referencia a su nombre y la fecha de fabricación -año 1002-, mientras que por el otro aparecen los primeros versos del Ave María.
Según la leyenda, no fue una espada cualquiera, sino un arma con poderes especiales y personalidad propia, capaz de variar su fuerza en función del brazo que la esgrimiera.
bueno por lo menos sirve jajaajj