La profundidad de campo es la distancia por delante y por detrás del motivo enfocado que aparece con nitidez en una fotografía. Con otras palabras, es el rango de distancia en el cual los objetos en una foto se ven nítidos.
Existen 3 factores que hacen variar la profundidad de campo:
1. El diafragma: Es el elemento que permite graduar la cantidad de luz que entra a la cámara y se especifican mediante el número f. Así, cuanto mayor sea la apertura del diafragma (menor número f), menor será la profundidad de campo; ya que los diafragmas cerrados estrechan el cono de luz, ampliando la zona de nitidez.
2. La distancia focal de la lente: cuanto mayor sea la distancia focal del objetivo, menor será la profundidad de campo.
3. La distancia de enfoque o la distancia real entre el objetivo de la cámara y el objeto a fotografiar: cuanto más lejos enfoquemos, mayor será la profundidad de campo.
Resumiendo, para una mayor profundidad de campo utilizaremos objetivos de corta distancia focal, es decir grandes angulares, enfocaremos objetos que estén lejos de la cámara y cerraremos lo más posible el diafragma. Para el efecto contrario, emplearemos teleobjetivos, enfocaremos objetos cercanos a la cámara y abriremos el diafragma.
Por lo tanto, antes de sacar una fotografía debes decidir qué partes de la escena quieres que aparezcan enfocadas y qué partes no. Si lo que buscas es destacar un elemento sobre el fondo, optarás por una profundidad de campo reducida. Por el contrario, si quieres sacar una fotografía en la que se aprecien todos los detalles de una escena, la profundidad de campo elegida será amplia.