El time lapse es una técnica fotográfica que consiste en la captación de imágenes fijas que se reproducen después a gran velocidad para que simulen una imagen en movimiento. En realidad, el time lapse también se puede realizar grabando directamente la secuencia con una cámara de vídeo y acelerando después la película con un programa de edición, pero lo que nos interesa es el time lapse de fotografías.
Uno de los aspectos más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de crear un time lapse es el intervalo de tiempo entre fotografía y fotografía. Cuanto mayor sea el intervalo, más rápido serán los movimientos de los elementos de la imagen, pero esto también depende de la velocidad real a la que se mueven dichos elementos. Es decir, si queremos crear un time lapse de un cielo despejado en el que solo se mueve el sol, bastará con que disparemos una imagen cada minuto, sin embargo, si en el cielo abundan las nubes desplazándose por el viento, el intervalo entre fotografías deberá ser menor –de unos 10 segundos aproximadamente- para que el efecto final sea natural.
Debemos tener en cuenta también que para que nuestro ojo perciba una sensación de movimiento natural, debemos mostrar al menos, 25 imágenes por segundo. Por lo tanto, para un vídeo breve de 10 segundos de duración y un intervalo de 1 minuto entre disparos, necesitaremos 250 minutos (algo más de 4 horas) para obtener los 250 fotogramas necesarios para nuestro time lapse. Una vez hechos los cálculos, coloca la cámara en un lugar estable y ten paciencia. El resultado final puede ser espectacular, como ha ocurrido en este ejemplo de timelapse:
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