Resumir los encantos de París en tan sólo unos párrafos es tarea imposible. La ‘ciudad del amor’ cuenta con decenas y decenas de museos, monumentos y lugares de interés. Citaremos algunos de ellos, aunque el mejor consejo que os podemos dar es que circuléis por esta urbe sin rumbo fijo y os perdáis maravillados entre sus amplias avenidas, majestuosos edificios, románticos puentes y mil y un rincones sorprendentes.
Lógicamente, París no sería París sin el río Senna y su famosa torre Eiffel, inaugurada en 1889 y símbolo indiscutible de la capital francesa. Son visitas ineludibles, sin duda, a la que has de sumar las siguientes: Campos Elíseos, Arco del Triunfo, museo Louvre, museo Picasso, museo d’Orsay, catedral de Notre Dame, basílica Sacre-Coeur, Ayuntamiento, Ópera, Observatorio, iglesia de la Madeleine, plaza de La Concordia, puente de Alejandro III, plaza de La Bastilla, Pompidu…
Si te va la marcha y eres 100% urbanita, te recomendamos que visites el distrito de La Defensa, moderno y con un agradable aire juvenil. Otras zonas destacadas son Belleville, Marais y el barrio Latino, aunque por nada del mundo has de ausentarte de Monmartre, la colina de los artistas, a 130 metros de altura y con el ambiente más bohemio de París.
Se nos acaban las palabras y apenas hemos empezado, así que aprovechamos este último párrafo para sugeriros también que disfrutéis de los magníficos cafés locales, de las estaciones de metro y, por qué no, de un paseo comercial por las Galerías Lafayette. Por último, un capricho para los aficionados a la lectura -y para los demás-: la histórica librería Shakerpeare and Company. ¡Oh la lá!
Otra de las cosas preciosas que ver en Paris es el Panteón, que no nombras, aunque supongo que es normal porque no se puede poner todo en tan poco espacio.
Y por supuesto, la Opera Garnier.