La historia de la cerveza

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La cerveza está considerada como la bebida alcohólica fermentada más antigua que se conoce. Hasta tal punto que muchos investigadores datan su nacimiento en torno al año 10.000 antes de Cristo e incluso mucho antes.

Sin embargo, las primeros indicios claros datan del 4.000 antes de Cristo y hacen referencia a una bebida consumida por los sumerios y que se obtenía a través de la fermentación de granos de cereal conocida con el nombre de «siraku».

Con la misma datación también se han encontrado testimonios que indican la elaboración de cerveza en China. Una bebida conocida con el nombre de «Kiu»y que se producía a partir de cebada, trigo, espelta, mijo y arroz.

En América, las civilizaciones precolombinas también elaboraban una especie de bebida fermentada y producida a partir del maíz. E incluso antes de la llegada de los romanos a Britania, sus pobladores consumían una bebida fermentada producida a partir del trigo.

cerveza-negraTras los sumerios fueron los egipcios quienes siguieron perfeccionando la técnica de producción de esta bebida fermentada. Son los egipcios quienes descubren la malta y añaden a la composición productos como la miel, el azafrán, el jengibre o el comino. Buscando sumar color y sabor a la mezcla que denominaban «zythum». Para los egipcios la cerveza era más que una bebida. Así por ejemplo, los productores de cerveza no tenían la obligación de alistarse en el ejército aunque los ejércitos llevaban en sus campañas sus propias cerveceras móviles con el fin de confortar a los soldados tras los combates y las largas marchas.

Los pueblos griegos y romanos no dieron mucho valor a esta bebida ya que era considerada una bebida del pueblo y de la clase llana. Mientras, las clases altas se decantaban por el vino, mucho más extendido durante esta época a lo largo del litoral mediterráneo. Mientras la cerveza se extendía por los pueblos del norte europeo donde formaba parte de la cultura y las tradiciones.

Durante la Edad Media y sobre todo en la zona ocupada por la actual Bélgica son los monjes los que cogen el testigo y se encargan de refinar el proceso y estandarizar el uso de lúpulo como método para mejorar la conservación, dando vida a la «cerveza monacal».

En el siglo XIV y el siglo XVI aparecen las primeras grandes fábricas cerveceras y también en este periodo, en 1516, el duque Raviera Guillermo IV dicta la Primera Ley de Pureza de la Cerveza Alemana que determina el uso exclusivo de malta de cebada, agua, lúpulo y levadura en su fabricación.

A finales del siglo XVIII comienza la época dorada de la cerveza y es que la incorporación de la máquina de vapor al sistema de producción y el descubrimiento de la fermentación en frío suponen una verdadera revolución.

Durante el XIX se comienza a comercializar la cerveza en botellas de cristal. Es en esta época en la que los cerveceros checos y alemanes consiguen desarrollar un tipo de cerveza más clara y sin posos, mucho más atractiva para los nuevos envases.

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